Veinte frases inolvidables de Jorge Luis Borges

A 120 años de su nacimiento. Era un orador como pocos: aquí, algunas de sus definiciones sobre la escritura, el amor, la memoria, la amistad, los libros.

1. «Yo recuerdo más lo que he leído que lo que me ha pasado. Pero claro que una de las cosas más importantes que pueden pasarle a un hombre, es haber leído tal o cual página que lo ha conmovido, una experiencia no menos intensa que otras». 

2. «El escritor debe volverse anacrónico, es decir, contra el tiempo. A diferencia, infiero, del periodista o del cronista de la historia.»

3. «Dos personas me han hecho la misma pregunta: ¿para qué sirve la poesía? Y yo les he dicho: bueno, ¿para qué sirve la muerte? ¿para qué sirve el sabor del café? ¿para qué sirve el universo? ¿para qué sirvo yo? ¿para qué servimos? Qué cosa más rara que se pregunte eso, ¿no?» 

4. «Nadie fracasa tanto como se cree y nadie tanto éxito como se cree. Son dos impostores, realmente, el fracaso y el éxito.»

Amigos. Junto a Adolfo Bioy Casares.

Amigos. Junto a Adolfo Bioy Casares.

5. «He pensado alguna vez que, quizás una persona que esté enamorada vea a la otra como Dios la ve, es decir, la ve del mejor modo posible. Uno está enamorado cuando se da cuenta de que la otra persona es única.» 

6. «Me gustaría ser otro escritor que no fuera Jorge Luis Borges. A mí no me gusta lo que escribo; si yo fuera más prudente, leería más y no cometería la imprudencia de escribir».

7. «Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón.»

8. «De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación.»

9. «Todos caminamos hacia el anonimato, sólo que los mediocres llegan un poco antes.»

10. «Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos.»

11. «La amistad no necesita frecuencia, el amor sí, pero la amistad no».

Confidencias. Sus definiciones evitan el lugar común, y a veces resultan controvertidas.

Confidencias. Sus definiciones evitan el lugar común, y a veces resultan controvertidas.

12. “Nada, nada amigo mío; lo que le he dicho, no estoy seguro de nada, no sé nada. Imagínese que ni siquiera sé la fecha de mi muerte…”.

13. «Lo más noble del argentino es la amistad, la pasión de la amistad”.

14. «Para mí la democracia es un abuso de la estadística. Y además no creo que tenga ningún valor. ¿Usted cree que para resolver un problema matemático o estético hay que consultar a la mayoría de la gente?».

15. «La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido».

16. «He tratado de conocer todo lo posible, pero desde luego, ya que el mundo es un hecho infinito, lo que un individuo puede conocer es una partícula. Yo pienso que a veces la literatura es como una biblioteca infinita, y de esa biblioteca cada individuo solo puede leer unas páginas. Quizás en esas páginas esté lo esencial.»

17. «Escribir es un modo de soñar, y uno tiene que tratar de soñar sinceramente. Uno sabe que todo es falso, pero sin embargo, es cierto para uno. Es decir, cuando yo escribo estoy soñando, sé que estoy soñando, pero trato de soñar sinceramente.» 

Con la pensadora y crítica estadounidense Susan Sontag. Conversaron en la Feria del Libro de Buenos Aires.





LAISECA-CUL-

Con la pensadora y crítica estadounidense Susan Sontag. Conversaron en la Feria del Libro de Buenos Aires. LAISECA-CUL-

18. «Espero ser juzgado por lo que he escrito y no por lo que he dicho o me han hecho decir. Yo soy sincero en este momento, pero quizás dentro de media hora ya esté en desacuerdo con lo que he dicho.«

19. «No creo que las ideas sean importantes. Un escritor debería ser juzgado por el placer que da. Y por las emociones que provoca».

20. «No tengo ningún mensaje. Cuando escribo, escribo porque tengo que hacerlo. No creo que un escritor deba meterse demasiado con su propia obra. Debe dejar que la obra se escriba».

Fuente: Clarín