Dos activistas de Just Stop Oil han lanzado este lunes dos tartas de chocolate a la figura de cera del rey Carlos III en el museo Madame Tussauds de Londres. Esto se produce un día después de que otros integrantes de este grupo arrojaran en un museo de Potsdam (Alemania) puré de patata a un cuadro de Monet, Les Meules, valorado en 110 millones de euros, y una semana después de que otros dos tiraran sopa de tomate a Los girasoles de Van Gogh en la National Gallery de Londres. No está claro si la estatua de cera —cuya construcción se estima que costó alrededor de los 230.000 euros— ha sido dañada por los manifestantes.
En un vídeo compartido en Twitter por el grupo activista se ve que los ecologistas se quitaron la sudadera que llevaban para dejar al descubierto camisetas blancas con el logotipo de Just Stop Oil (”detened las energías fósiles” en inglés), antes de estampar las tartas contra la réplica del monarca de Reino Unido. Al hacerlo, anunciaron: “La ciencia es clara. Nuestra petición es sencilla: detened las energías fósiles. Es pan comido”. En la traducción, sin embargo, se pierde el juego de palabras en inglés, ya que la expresión a piece of cake (literalmente “un trozo de tarta”) se traduce como “pan comido” en español.
Los ecologistas que perpetraron el tartazo son Eilidh McFadden, de 20 años, de Glasgow (Escocia), y Tom Johnson, de 29 años, pintor y decorador de Sunderland (Nordeste de Inglaterra). McFadden formaba parte de un grupo de 20 activistas que, en mayo, bloqueó la entrada a la terminal petrolera de Nustar Clydebank, cerca de Glasgow.
Just Stop Oil, asociación conservacionista, es contraria a que el Gobierno británico conceda nuevas licencias de extracción de petróleo y gas, y el grupo ya había protagonizado en las dos últimas semanas en Londres varias protestas. En junio, se pegaron con pegamento a paredes junto a algunas obras de arte en diferentes museos, entre ellos la propia National Gallery, en concreto junto al cuadro de John Constable La carreta de heno.
El grupo está vinculado a organizaciones ecologistas en más de media docena de países (Noruega, Australia, Italia o Alemania, entre otros). En Alemania, dos activistas de un grupo afín también se pegaron a la pared de la que cuelga La masacre de los inocentes, de Rubens en la pinacoteca de Munich. El objetivo de las acciones de estos grupos es llamar la atención mediática, y reforzar así el eco de su causa.
Fuente: El País, España