Se trata de una «ciudad en expansión», que incluía un teatro, una acrópolis de siete acres y, también, una moneda (Foto: Gentileza Cal Poly Humboldt)
Estudiar e investigar es fundamental para seguir con el descubrimiento y la reconstrucción del pasado. Gracias a eso, por ejemplo, hallaron recientemente un resto arqueológico que confirmaría el sitio donde sepultaron a Jesús. Ahora, en la localidad de Gradishte, cerca de la ciudad de Bitola, en Macedonia del Norte, encontraron la capital de una antigua civilización europea y un nuevo tesoro histórico: una moneda de plata.
Desde hace 15 años que especialistas investigan las ruinas antiguas en Macedonia del Norte que, se creía, eran simplemente un puesto militar para defenderse de los romanos. Sin embargo, hace muy poco, un nuevo descubrimiento cambió gran parte de lo que se conocía hasta el momento sobre su historia. Arqueólogos del Instituto y Museo de Macedonia-Bitola y la Universidad Politécnica Estatal de California, en Humbold, descubrieron una posible “ciudad en expansión”, que incluye un teatro, espacios dedicados a ceremonias y una acrópolis de casi tres hectáreas; además, en la zona se encontró también una moneda.

Para eso, utilizaron tecnología de última generación como un radar de penetración terrestre, drones, escáneres LiDAR, entre otras máquinas avanzadas. Esto llevó a los investigadores a descubrir una ciudad que estaba debajo de sedimentos y vegetación, con una impactante profundidad que no pasó desapercibida para ellos. Se trata de una villa compleja, con teatro, talleres textiles, espacios ceremoniales y una acrópolis. Tras una primera interpretación, se cree que podría ser anterior al Imperio Romano.
Los especialistas creen que la ciudad podría corresponder a la antigua Lyncus, un reino o distrito dentro del territorio de Alta Macedonia en la antigüedad, llamado así por el pueblo que lo habitaba: los Lyncestas; y no desestiman que podría haber sido su capital.

En el lugar se encontraron hachas de piedra y fragmentos de cerámica que dan a pensar que se trata de una civilización antigua, posiblemente de la Edad del Bronce.
Por otro lado, el descubrimiento de una moneda de plata llamó mucho la atención porque llevaría el rostro de Alejandro Magno. Se trataría de una pieza que se habría utilizado entre el 325 y el 323 a.C. Esto no solo indica datos históricos del sitio, sino que lo conecta con el rey del antiguo reino griego de Macedonia, uno de los líderes que marcaron la historia europea.
Desde la Universidad llevarán a cabo más investigaciones a través del Proyecto de Investigación de Macedonia, que es una colaboración internacional entre investigadores de Estados Unidos y Macedonia. “Nuestra investigación contribuye a comprender el impacto del cambio socioeconómico y ambiental asociado con el gobierno del rico reino macedonio y la subyugación bajo la conquista romana”, se detalla sobre el mismo en la web oficial.
“Investigamos la economía próspera y las importantes mejoras de infraestructura del reino macedonio, en contraste con la economía altamente restringida del dominio romano. Nos preguntamos cómo estas realidades socioeconómicas impactan el uso del medio ambiente y cómo se reflejan en el registro arqueológico”, informan sobre el objetivo del proyecto.
Fuente: La Nación