Científicos encontraron un zapato de hace 750 años en el nido de buitre

Los investigadores dieron con más de 200 objetos humanos en nidos de buitres barbudos, que estaban bien preservados por el microclima de las cuevas; estos hallazgos prometen nuevas perspectivas sobre la historia humana y el comportamiento de estas aves

Científicos encontraron un zapato de 750 años y más de 200 artefactos humanos en nidos de buitres barbudos en el sur de España, lo cual se transformó en una inesperada cápsula del tiempo sobre la vida medieval. El hallazgo, descrito en la revista Ecology, destacó el papel insólito de estas aves como conservadoras de la historia de los humanos, ya que preservaron objetos que de otro modo se habrían descompuesto.

La pieza central es una sandalia rudimentaria tejida con hierbas y ramas, que pertenecía a un habitante del sur de España hace más de siete siglos. Un buitre barbudo la recogió y la llevó a su nido en una cueva protegida para que sea más cómodo para sus pichones. El aire fresco y seco del microclima de la cueva actuó como conservante natural, por lo que mantuvo el zapato intacto, escondido entre ramas y materiales acumulados por varias generaciones de aves.

Los objetos presentaban un buen grado de conservación (Foto: Sergio Couto)
Los objetos presentaban un buen grado de conservación (Foto: Sergio Couto)

Entre 2008 y 2014, un equipo liderado por Antoni Margalida, biólogo del Instituto Pirenaico de Ecología, descendió por acantilados para acceder a una docena de nidos. Su objetivo era analizar el contenido de estos sitios de anidación de estas raras aves, algunos utilizados durante siglos. La excavación, que el experto comparó con la de un museo de historia natural, permitió recuperar una vasta colección de piezas.

Los científicos encontraron más de 200 artefactos humanos, algunos datados en la Edad Media. Además del calzado de paja, cuya antigüedad se estimó en 750 años mediante carbono-14, se hallaron otros objetos: un fragmento de cestería de 225 años, una honda de esparto trenzado y una saeta de ballesta, posiblemente usada como material de nido o incrustada en carroña. Un trozo de cuero de oveja de más de siete siglos, pintado con ocre rojo, también capturó la atención de Margalida.

Se encontraron muchos restos óseos de animales en los nidos (Foto: Ecology)
Se encontraron muchos restos óseos de animales en los nidos (Foto: Ecology)

Los nidos también contenían numerosos restos de animales recolectados por los buitres: 86 pezuñas, más de 2100 huesos de mamíferos y fragmentos de cáscaras de huevo. Estos materiales, junto con ramas, lana de oveja y partes de cabra para las crías, se conservaron excepcionalmente bien gracias a las condiciones estables de las cuevas.

Los buitres barbudos son una especie que deslumbra a la gente (Foto: Reddit)
Los buitres barbudos son una especie que deslumbra a la gente (Foto: Reddit)

El buitre barbudo, o también conocido como quebrantahuesos, es una ave rapaz única, especializada en comer restos óseos y conocida por teñir sus plumas blancas con rocas ricas en óxido de hierro. Habita en zonas montañosas y anida en rincones protegidos, como cuevas en acantilados, lo que crea un microclima ideal para la preservación. Los nidos pueden permanecer intactos mucho después de que las aves los abandonen.

Esta especie se extinguió en el sur de España hace aproximadamente un siglo, lo que le permitió al equipo de Margalida excavar antiguos sitios capa por capa, como sucede en una excavación arqueológica.

Su trabajo fue muy importante, ya que el análisis de estos objetos, naturales y humanos, promete ofrecer nuevas perspectivas sobre la historia de las sociedades que habitaron esa zona hace siglos y también sobre la evolución del ecosistema que protegió esos hallazgos.