Durante años fue un rumor recurrente en Roma, se decía que había algo raro en la venta de billetes para entrar al Coliseo, el monumento más visitado de Italia, con 12 millones de turistas en 2023. Muchas veces no había manera de comprarlos en el portal oficial, pero se encontraban en otras plataformas turísticas mucho más caros. Por fin, en 2023, el asesor municipal de Turismo, Alessandro Onorato, hizo un video denunciando que el sistema estaba “dopado”, dañaba la imagen de la ciudad y la autoridad de garantía de la competencia abrió una investigación. ¿Resultado? Acaba de multar con un total de 20 millones de euros a Coopculture, la empresa que tuvo la concesión de la venta de entradas entre 1997 y 2024, y a seis operadores turísticos (Tiqets International BV, GetYourGuide Deutchsland GmbH, Walks LLC, Italy With Family, City Wonders Limited y Musement).
La empresa que gestionaba la taquilla, multada con siete millones, “ha contribuido, con plena conciencia, al fenómeno de la grave y prolongada indisponibilidad de billetes para el Coliseo a un precio básico”, sostiene la autoridad italiana. Además, acusa, “no ha adoptado medidas para afrontar el acaparamiento de billetes con métodos automatizados”. La investigación ha concluido que la adjudicataria del servicio, que niega las acusaciones y ha anunciado un recurso, permitía que estas plataformas acapararan miles de entradas mediante programas de compra masiva y bots y luego los revendieran más caros, a veces incluso al doble del precio.

Las entradas también se incorporaban a paquetes con guía, o con otras visitas a la ciudad, o se decía que beneficiaban del teórico privilegio de “saltar la fila”, y la tarifa se elevaba en ocasiones hasta los 100 euros (ahora el billete individual cuesta 16 euros más 2 de derechos de preventa). Las pesquisas han determinado que una sola empresa a veces compraba más de mil billetes en pocas horas o realizaba 65 interacciones en un minuto con el portal oficial de venta, operaciones realizadas “a velocidad que no puede alcanzar un ser humano”. Las empresas afectadas también han negado que cometieran estas prácticas.
El resultado era que el turista, tras no encontrar billetes en la web oficial del Coliseo, acababa resignándose a comprarlos más caros en otros portales, todo por no perder la ocasión de visitar el famoso monumento en sus pocos días en Roma. O acudía de todos modos al lugar con la esperanza de adquirirlos allí mismo, donde le asaltaban enjambres de vendedores de entradas y guías que le ofrecían sus servicios. En resumen, un mercado paralelo pensado para desplumar al turista, en un recinto con capacidad para acoger 3.000 visitantes simultáneamente. De hecho, el caso comenzó a aparecer en los medios cuando asociaciones profesionales de guías se pusieron serios con la denuncia del sistema.
Pero es que además, subraya la autoridad de la competencia italiana, la propia sociedad Coopculture se reservaba también otros paquetes de entradas que solo se podían adquirir junto a visitas didácticas, más caras y con las que esta firma ganaba más dinero. La compañía dejó el servicio en 2024, y ya en octubre de 2023 se puso en marcha un sistema de venta de billetes nominativos, con el nombre y apellidos del comprador, cuya identidad se comprueba al acceder al monumento, que es el vigente actualmente y ha terminado con el problema. El ministerio de Cultura también amplió la taquilla para poder comprar billetes in situ y marcó un límite del 25% de las ventas en internet para los operadores turísticos.
Fuente: Iñigo Domínguez, La Nación