Científicos del Museo de Ciencias Naturales de North Carolina (NCMNS) revelaron que tienen en su poder y están estudiando los fósiles del esqueleto completo de un Tiranosaurio Rex, un hallazgo que se hizo en 2006 en Montana, Estados Unidos, y que no tiene precedentes.
Lo más espectacular es cómo fueron encontrados estos restos: enredados con los fósiles de un dinosaurio Triceratops en lo que se cree que fue un duelo mortal que acabó con la vida de ambos hace 67 millones de años, en el Cretácico tardío.
«El espécimen incluye los esqueletos mejor conservados de Triceratops y T. rex desenterrados hasta la fecha -incluido el único esqueleto 100% completo de T. rex descubierto hasta ahora- preservados juntos en un posible encuentro entre depredador y presa. Los cadáveres de dinosaurios no han sido estudiados y permanecen sepultados dentro de sedimentos de la ladera de Montana en donde fueron descubiertos. Debido a estas raras condiciones de enterramiento, cada hueso se encuentra en su posición natural y los científicos del museo tendrán acceso a datos biológicos que normalmente se pierden en los procesos de excavación y preparación», informó el museo el pasado 17 de noviembre.
«El sedimento sepultado conserva características extraordinarias como los contornos del cuerpo, las impresiones de la piel y otros tejidos blandos, así como las lesiones y la posible evidencia de interacción», ampliaron los científicos, y especificaron que algunos dientes del tiranosaurio se observan «incrustados en el cuerpo del Triceratops«.
El descubrimiento en su conjunto fue bautizado Dinosaurios en Duelo, y desde 2006 hasta estos días fue visto por muy pocas personas, mientras se llevaba a cabo su extracción del suelo. Los restos fueron encontrados por tres granjeros de Montana, que llegaron a un acuerdo para ponerlos en venta con los dueños del terreno.
En 2013 llegaron a la casa de subastas Bonhams, en Nueva York, aunque no se alcanzó el precio deseado por los vendedores: US$ 6 millones. Tras años de negociaciones, fueron guardados secretamente en laboratorios y depósitos, según consignó el medio LAD Bible.
La organización sin fines de lucro Friends of the North Carolina Museum of Natural Sciences compró los fósiles en nombre del museo, gracias a la ayuda de varios donantes. Las autoridades pondrán en marcha en 2021 la construcción de un nuevo laboratorio que tendrá una doble función: asistir el trabajo de paleontólogos y otros científicos en el análisis de los fósiles y sedimentos, y ser un espacio para la exposición de este magnífico descubrimiento, que permita la interacción con el público.
En el análisis de los restos, los científicos esperan poder arrojar luz sobre algunas incógnitas que persisten sobre los dinosaurios, cómo el aspecto de la particular «lechuguilla» en el cuello de los Triceratops, la presencia de moléculas originales preservadas en la piel, evidencia de plumas en el Tiranosaurio, o la existencia de la especie Nanotyrannus, un debate reavivado por el menor tamaño del espécimen hallado. La exhibición de los «dinosaurios en duelo» estará lista recién para 2022.
Fuente: La Nación