¿Pintó Leonardo una Gioconda anterior y más joven que la famosa?

La Fundación Mona Lisa lo asegura y ahora expone esa obra en Turín. Algunos creen que quieren impulsar su valor para ponerla en subasta.

Más de cinco siglos después de su muerte, el misterio Leonardo da Vinci (o los muchos misterios en torno a su vida y su obra) continúan hechizando a la humanidad. Ya no se trata solamente de la fabricación de best-sellers transformados en películas de rotundo éxito, como “El código Da Vinci”, sino de debates, nuevos o antiguos reactualizados, que vuelven a alcanzar la atención del mundo. Ocurrió esta semana con la existencia de una primera, y más juvenil versión de la Gioconda, o la Mona Lisa, como prefieren llamarla los países angloparlantes, que Leonardo habría pintado y luego abandonado antes de acometer su obra maestra y símbolo por antonomasia del Renacimiento

¿Es auténtica esa versión anterior de la Gioconda? Algunos expertos afirman que la obra en cuestión, que representa una versión más joven de la modelo, podría ser la original.
La Gioconda (1503-19) es un retrato de la florentina Lisa Gherardini, esposa del mercader de seda de esa misma ciudad Francesco del Giocondo, pintado por Leonardo da Vinci.Informate más

La presunta versión anterior, conocida como la Gioconda de Isleworth (porque fue propiedad de un marchand de arte del barrio londinense de ese nombre), muestra a Gherardini en la misma posición que el original. Sin embargo, hay notorias diferencias entre una y otra obra.

La versión de Isleworth representa, visiblemente, una edad más joven de la modelo, y con el rostro más delgado. Los expertos nunca se mostraron convencidos de que el cuadro fuera una obra auténtica de Da Vinci. Como señaló anteayer Jonathan Jones, crítico de arte del diario inglés The Guardian, Da Vinci trabajó en la Mona Lisa capa por capa durante años para perfeccionar su obra maestra. No está claro cómo o por qué habría una “precuela” de la Mona Lisa, o por qué el artista habría abandonado el lienzo. Jones llegó a calificarla de “mala copia” o “falsificación deliberada”. Apostando por el mismo argumento, Martin Kemp, profesor de historia del arte en la Universidad de Oxford y experto en Da Vinci, declaró también esta semana a la publicación Artnet News que creía que la obra era una copia.

Sin embargo, la Fundación Mona Lisa, una organización sin fines de lucro de Zurich fundada en 2011 para establecer la Mona Lisa de Isleworth como una obra auténtica de Da Vinci, defiende la pieza de propiedad privada como la primera de las dos versiones de la obra maestra de Leonardo. El cuadro en cuestión se exhibe actualmente en una exposición en la galería Promotrice delle Belle Arti de Turín. Kemp, mientras tanto, afirmó que la Fundación está “en una fase de intentar publicitar el retrato de nuevo”, con el fin de aumentar el valor del cuadro. Insistió en que “no hay indicios” de que la obra sea anterior a la Gioconda, y subrayó que el retrato se realizó sobre lienzo, cuando se sabía que Leonardo sólo pintaba sobre superficies de madera.

Aunque la obra es propiedad privada y actualmente no está a la venta, plantea muchas cuestiones relacionadas con el mercado. Por ejemplo, el controvertido cuadro “Salvator Mundi”, que se subastó hace seis años como una obra maestra redescubierta de Da Vinci, alcanzó los 450,3 millones de dólares. A pesar de los interrogantes sobre su autenticidad, sigue ostentando el récord del cuadro más caro jamás vendido. Ante ese fenómenos, son muchos los observadores de este sector que consideran que si la Gioconda de Isleworth llegara a salir al mercado, podría superar ese récord. Los críticos están divididos sobre si la llamada “Mona Lisa de Isleworth” es una obra original de Leonardo da Vinci finalizada una década anterior a la del Louvre o si fue pintada posteriormente por un copista. La obra estará expuesta en Italia hasta mayo de 2024.

Esta “primera versión” llegó a Inglaterra en 1778 y fue adquirida por la familia Montacute. Obtuvo su nombre tras ser comprada en 1913 por el marchand de arte Hugh Blaker, afincado en Isleworth, al oeste de Londres. A la muerte de Blaker y sus familiares, el cuadro se vendió en 1947 al coleccionista estadounidense Henry Pulitzer, que dedicó gran parte de su vida a intentar demostrar que era una obra de Da Vinci. Incluso escribió un libro sobre su afirmación: “¿Dónde está la Mona Lisa?”. Cuando murió el socio de Pulitzer, heredero del cuadro, este fue adquirido por un consorcio anónimo, que lo guardó en la cámara acorazada de un banco suizo durante 40 años. Y recién ahora, por eso la polémica renovada, fue expuesto públicamente en la galería Promotrice delle Belle Arti de Turín, en una exposición titulada “La primera Mona Lisa”. ”Hemos demostrado más allá de toda duda razonable que Leonardo pintó dos Mona Lisa y esta es la única candidata a ser la segunda”, declaró Joël Feldman, secretario general de la Fundación Mona Lisa al diario británico The Times. La fundación afirma que la versión de Isleworth se terminó una década antes que la del Louvre.

La exposición incluye muestras multimedia que catalogan décadas de investigación de la fundación sobre los orígenes del retrato. Es una “oportunidad para presentar también los enormes avances que se han hecho en los últimos años para consolidar la atribución de la obra a Leonardo”, dijo Feldman en un comunicado. La fundación ha colaborado con científicos, como John Asmus, de la Universidad de California en San Diego, que ha realizado pruebas que sugieren que el mismo artista pintó los rostros de ambas mujeres.

Fuente: Ámbito