El óleo había sido pintado en 1911 y fue adquirido en 1928 por el luthier polaco judío David Cender, que perdió todos sus bienes cuando fue obligado a instalarse en el gueto de Lodz. Luego fue deportado a Auschwitz, donde perdieron la vida su esposa y su hija,aunque el músico sobrevivió y se instaló en Francia en 1958, donde falleció en 1966 sin recuperar la obra.
Chagall pintó este retrato de su padre en 1911, el mismo año en que llegó a París. «Electrizado por el modernismo» de la ciudad, las obras del pintor de esta época son extrañas, ya que «muchas de ellas fueron destruidas cuando se fue de la capital francesa para regresar a Rusia en 1914», informa la casa de subasta Phillips, que llevó adelante el remate.
Ajena a los vaivenes de su propietario original, la obra se exhibió en exposiciones hasta que el propio Chagall la volvió a comprar, probablemente entre 1947 y 1953, ignorando su origen, consigna la agencia AFP.
Tras la muerte en Francia del artista judío de origen ruso en 1985, «El Padre» entró a formar parte de las colecciones nacionales en 1988, antes de ser destinado al centro Pompidou y depositado en el museo de Arte e Historia del Judaísmo en París.
A principios de año, el Parlamento francés aprobó por unanimidad una ley para restituir a los herederos quince obras de familias judías expoliadas por los nazis y los herederos de Cender decidieron vender el cuadro.
La pintura estaba incluida en el catálogo de una velada en la que la casa de subastas Phillips vendió 46 obras por unos 139 millones de dólares.