Una escultura perdida de Rodin, récord en una subasta en un castillo francés

La pieza tallada en mármol blanco “El desespero”, de Auguste Rodin, había salido por última vez a subasta en París en 1906. Redescubierta por casualidad, fue vendida en un castillo francés, superando todas las estimaciones

Una escultura perdida de Rodin, récord en una subasta en un castillo francés (Guillaume Souvant / AFP)

El recorrido de la escultura Le Désespoir (El desespero) de Auguste Rodin desde su venta a un financiero en 1906 hasta su adquisición por un joven banquero estadounidense en 2025 llamó la atención del subastador Aymeric Rouillac, quien comentó con ironía: “El desespero inspira a los banqueros”.

La pieza, redescubierta por casualidad en una vivienda de la región de Berry, fue subastada el domingo en el castillo de Villandry, en el oeste de Francia, donde alcanzó un precio de 1,1 millones de euros (1,2 millones de dólares), estableciendo un récord para esta versión de la obra de Rodin.

Según informó France 24, la escultura permaneció durante años sobre el piano de la familia propietaria, que desconocía su valor hasta la visita de Rouillac a finales de 2024. El hallazgo se produjo cuando el dueño de la casa contactó a la casa de subastas para consultar sobre otro objeto, pero fue la pequeña figura de menos de 30 centímetros de altura (casi un pie) la que captó la atención del experto. La subasta, organizada por la casa Rouillac, fundada en 1983 y con sedes en París, Vendôme y Tours, reunió a pujadores de China, Suiza y Estados Unidos durante una intensa sesión de 20 minutos.

"Le Désespoir" (El desespero) de«Le Désespoir» (El desespero) de Auguste Rodin (Guillaume Souvant / AFP)

La obra Le Désespoir (ca. 1892–93) representa una alegoría del desespero: una mujer desnuda, sentada, con la pierna derecha recogida y la izquierda extendida, mientras sus manos sujetan el pie izquierdo. La escultura, tallada en mármol blanco, había salido por última vez a subasta en París en 1906, cuando se vendió por 4.100 francos. Desde entonces, pasó por las manos del financiero Alexandre Blanc, el comerciante Eugène Finschhof y el coleccionista Paul Chevallier, antes de llegar a la familia que la conservó hasta ahora.

La casa Rouillac había estimado el valor de la pieza en 700.000 euros (800.000 dólares), pero la puja superó ampliamente esa cifra. Según consignó France 24, esta venta representa la decimosexta ocasión en que la casa de subastas supera el millón de dólares en una operación. Además, la cifra obtenida el domingo superó el récord anterior para una escultura de este tipo: en 1990, una obra similar de Rodin se vendió en Sotheby’s Nueva York por 797.500 dólares, muy por encima de su estimación máxima de 220.000 dólares.

La importancia de Le Désespoir se refleja también en la presencia de otras versiones en instituciones de renombre. Ejemplares comparables se encuentran en el Kunsthaus Zurich, procedente de la colección de Emil Bührle, y en el Museo de Arte de Filadelfia. Una versión de mayor tamaño, tallada en piedra caliza, forma parte de la Colección de Arte Cantor en la Universidad de Stanford, en California.Rodin es célebre por otrasRodin es célebre por otras figuras alegóricas, como «El Pensador» (REUTERS/Sarah Meyssonnier)

Rodin es célebre por otras figuras alegóricas, como El Pensador, encargada en 1880 para coronar la puerta de un museo de artes decorativas que nunca se construyó, y que más tarde se convirtió en una escultura independiente. El récord absoluto en subastas para una obra de Rodin corresponde a L’éternel printemps (1884), una escultura de mármol de 60 centímetros de altura, que alcanzó los 20,4 millones de dólares en Sotheby’s Nueva York en 2016. Según la base de datos de precios de Artnet, siete obras del artista han superado los 10 millones de dólares, tres de ellas versiones en bronce de El Pensador.

En el contexto del creciente interés internacional por la obra de Rodin, el Musée Rodin de París abrirá en septiembre su primera sede internacional en Shanghái, coincidiendo con el 60º aniversario de las relaciones diplomáticas entre Francia y China. El proyecto, inicialmente previsto para Shenzhen, se trasladó a Shanghái por su dinamismo artístico y su proyección económica. “La vitalidad de la escena artística de Shanghái y su prometedor futuro” fueron factores decisivos para la elección de la ciudad, según los organizadores.

Fuente: Infobae