La imagen de Nicolás Sarkozy dio la vuelta al mundo: el expresidente francés fue fotografiado luego de salir de su residencia rumbo a la prisión de La Santé, donde cumplirá una condena de cinco años por asociación ilícita.
A su lado, estoica, Carla Bruni lo acompañó durante el trayecto hasta el auto.
A lo largo del recorrido nunca le soltó la mano, y cuando el político se acercó a saludar a sus seguidores, ella se mantuvo cerca, aunque en un segundo plano.
Luego se despidieron, la cantante saludó a la multitud que la rodeaba, agradeció el apoyo y volvió a su refugio, sin la presencia del hombre con el que comparte la vida hace casi 20 años.
En una historia de amor que nació entre polémicas y que se sostuvo en el tiempo pese a los obstáculos, la actitud de la artista parece indicar que este será un capítulo más. El tiempo lo dirá.
Glamour y poder
Bruni nació el 23 de diciembre de 1967 en Turín, Italia, y comenzó su carrera en los medios como una de las modelos más famosas de los años 80 y 90. A pesar de que su poderosa familia pagó sus estudios en carísimos internados suizos e ingleses y también una carrera de Arquitectura, ella eligió las pasarelas y, gracias a su belleza, se convirtió en la favorita de los diseñadores más prestigiosos del mundo.
Mientras en su intimidad atravesaba momentos complicados -descubrió que su padre no era su padre biológico y perdió a su hermano de una manera trágica- nunca bajó los brazos. Con un combo de talento, inteligencia y un gran carisma construyó su propio imperio, el que la llevó a codearse con el éxito, las esferas más altas del poder y los nombres más importantes de la escena musical y política. Allí también conoció a sus compañeros sentimentales.

La vida amorosa de Bruni está llena de romances fugaces y relaciones jamás confirmadas. El primer famoso al que se la vinculó fue Eric Clapton a principios de los 90. Luego llegó el blanqueo del amor prohibido con Mick Jagger -amigo aquel entonces del célebre guitarrista británico-, algunos encuentros con Kevin Costner y un fuerte rumor de flechazo con Donald Trump, algo nunca comprobado.
En el año 2000, Bruni conoció a quien pensó que era su verdadero amor: Raphael Enthoven. La relación -que duró siete años-, empezó cuando ella salía con el periodista y padre de su flamante conquista, Jean-Paul Enthoven. La historia, digna de una telenovela, terminó en el 2007, siete años y un hijo en común después.
De modelo y cantante a Primera Dama

Pocos meses después de la ruptura, el 13 de noviembre de ese mismo año, la modelo y cantante conoció en una cita a ciegas armada por el publicista Jacques Séguéla a su actual marido, el empresario y político Nicolas Sarkozy. Recientemente divorciado de su segunda esposa, Cécilia Attias, el francés quedó obnubilado por la belleza de la artista italiana al instante. “Vi la conexión en el momento en el que se conocieron. Fue eléctrico. El amor a primera vista es un milagro. Es totalmente sincero, profundo, inesperado y brutal”, confesó el celestino en el libro Nicolas Sarkozy and Carla Bruni: The True Story. Otro de los allí presentes, el ex ministro de educación Luc Ferry, agregó: “Muy pronto vimos que Nicolas solo tenía ojos para la mujer sentada a su derecha. Incluso le dio la espalda a la esposa de Séguéla. A menudo el pelo de Carla rozaba el hombro del Presidente. Él solo hablaba para ella”.
Después de hablar toda la noche, llegó el momento de retirarse. Precavida, la cantante le dio su número de teléfono y el primer llamado no tardó en llegar. Ambos acordaron volver a verse la noche siguiente y al mes, los tortolitos se dejaron fotografiar por la prensa en Disney París, en compañía de sus respectivos hijos y de la madre de Carla. Tres meses después, el empresario y copríncipe de Andorra (que fue presidente de Francia entre 2007 y 2012) y la intérprete de “No promises” dieron el sí en una ceremonia secreta.
La boda se celebró el 2 de febrero de 2008, en una íntima ceremonia en el palacio de El Elíseo, lugar al que la nueva primera dama se mudó de inmediato. “Carla hace que el presidente sea más deseable, más moderno. Francia necesita modernidad, talento, inteligencia. Es como Jack y Jackie. Como Rainero y Grace Kelly. Una nueva pareja mundial”, expresaba el celestino Séguéla, feliz con la unión.
“La verdad, Nicolas ha sido el único hombre de mi vida. El resto… No hay comparación. Cuando nos conocimos, descubrí inmediatamente algo nuevo y apasionante, despedía un magnetismo único”, reconoció Bruni enamorada. “Es el primer hombre que le hace olvidar sus heridas del pasado”, “Está verdaderamente enamorada”, “Hay una química muy fuerte entre ellos, va más allá de la mentira”, afirmaban desde el entorno íntimo de la pareja, desmintiendo que se tratara de una relación por conveniencia.
Un amor multiplicado

Cuatro años después, las especulaciones sobre un posible “interés” por parte de Bruni volvieron al ruedo cuando se empezó a hablar de un embarazo. Quien finalmente confirmó las sospechas ante la prensa fue el padre del mandatario, Pal Sarkozy: “Los dos no quieren conocer el sexo (del bebé) anticipadamente, pero estoy seguro de que será una niña y tan guapa como Carla. “Me alegro de mi (nuevo) nieto”, afirmó el empresario en declaraciones exclusivas para el tabloide alemán Bild.
El 19 de octubre de 2011 llegó Giulia, la primera hija en común del matrimonio. Aunque Sarkozy no estuvo presente en el momento del parto [el presidente se encontraba en Alemania en una reunión de carácter económico], Bruni se encontró acompañada por su hijo Aurélien y por Pierre, Jean y Louis, los hijos que su esposo tuvo en sus matrimonios anteriores.
Si bien mucha gente especulaba con que este matrimonio era por interés, lo cierto es que para Bruni no fue fácil estar al lado del presidente de Francia, sobre todo porque su imagen positiva fue en baja durante su paso por el poder. “Carla ha sido muy querida a lo largo de su vida. Y de la noche a la mañana tuvo que aprender cómo es estar con alguien que muchos odian. Carla es una persona equilibrada, pero creo que es difícil para ella. En su lugar, cualquiera se habría vuelto paranoico, sospechoso con todo el mundo. Cuando amamos a alguien, nos es difícil pensar que los otros no lo amen”, comentó Dolisi.
La derrota electoral de Sarkozy, “un alivio” para Bruni

Contra todos los pronósticos, Bruni sintió un gran alivio cuando su marido perdió la reelección contra François Hollande. “Aquellos años fueron apasionantes. Los recuerdo emocionada. Estar junto a mi esposo fue una aventura única, excepcional, algo maravilloso. Pero fue un alivio abandonar aquel infierno”, confesó la cantante cinco años después de su salida de El Elíseo en la edición francesa de Vanity Fair. De hecho, uno de sus mejores discos fue el que lanzó cuando su marido dejó la presidencia. “Es un disco maduro, con letras de una mujer que ha sido primera dama durante cinco años, y lo ha sido por amor. Lo ha hecho con la misma seriedad que cuando desfilaba para los grandes de la moda”, opinó el biógrafo que más la conoce.
Fuera de la presidencia, el matrimonio se trasladó a la casa de la cantante para mantenerse en un segundo plano en el mundo de la política. A pesar de haber bajado el perfil, las acusaciones a Sarkozy sobre corrupción y tráfico de influencias nunca cesaron. Entre ellas, la que siempre la persiguió fue la del año 2007 que sostenía que el exmandatario había recibido financiación ilegal para su campaña por parte del dictador libio Gadafi y la que lo terminó llevando a la cárcel.
“Estoy contenta de que mi hombre haya salido de aquella guerra. Nicolas, en acción, era algo maravilloso y fascinante. Al mismo tiempo, la guerra política sin cuartel, en el corazón del Elíseo, puede ser algo muy duro, cruel. Finalmente, fui feliz estando junto a él. Poner fin a aquella batalla, tan brutal, fue un alivio”, agregó en ese momento sobre su experiencia acompañando al mandatario, que durante un tiempo coqueteó con su posible vuelta a la jefatura del Estado. Derrotado en las elecciones primarias de 2016 (quedó en tercer puesto), Sarkozy dio por enterrada su vida política, comenzando una nueva vida de hombre de negocios.
Una nueva prueba para la pareja
Antes de mostrarse junto a Sarkozy en la previa al comienzo de su condena, Bruni le dejó en claro su apoyo incondicional a través de sus redes sociales. En su cuenta de Instagram, donde tiene más de 1,2 millones de seguidores, compartió dos posteos sobre el tema. El primero es un video donde recorre fotos familiares y recuerdos con la cámara de su celular. De fondo se escucha “Les séparés”, un tema de su autoría. “¿Cómo se las arreglarán los separados cuando sus días estén contados?“, escribió parte de la letra junto a las imágenes.
Esta mañana, antes de la partida de su compañero de vida, Bruni compartió un breve texto de Sarkozi en donde asegura que es inocente y habla de un “escándalo judicial” y un “calvario” que sufre desde hace más de diez años. “Mientras me preparo para cruzar los muros de la prisión de La Santé, mis pensamientos van hacia los franceses y francesas de todas las condiciones y opiniones. Quiero decirles, con la fuerza inquebrantable que me caracteriza, que no es a un expresidente de la República a quien se encierra esta mañana, sino a un hombre inocente”, escribió. La artista sumó al mensaje un corazón partido. Mientras, espera el regreso de su gran amor a su lado, y el final de un nuevo trago amargo.
Fuente: La Nación.

