La seguidilla de diez recitales que dará la banda inglesa Coldplay en Buenos Aires en las próximas semanas puso sobre la mesa una cuestión que preocupaba a productores de eventos culturales: las dificultades que tenían para poder girar al exterior divisas luego de la realización de conciertos internacionales, por las restricciones cambiarias que afectan a distintos sectores de la economía. El Gobierno y empresarios del rubro negociaron en los últimos meses un esquema para poder acelerar ese acceso a divisas, que implicará un tipo de cambio nuevo y más alto, a cambio de poder contar de forma más rápida con esos dólares.
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La normativa nueva, esperan en el sector, sería publicada en los próximos días, algo que todavía no confirmaron desde el Ministerio de Economía ante una consultae. En términos prácticos, el nuevo tipo de cambio para eventos culturales se tratará de una cotización más elevada que la oficial, algo similar al esquema que rigió de manera diferencial para los productores de soja durante la mayor parte de septiembre, lo que aceleró la liquidación y alimentó las reservas.
El Gobierno y empresarios del rubro negociaron en los últimos meses un esquema para poder acelerar ese acceso a divisas, que implicará un tipo de cambio nuevo y más alto.
En este caso, se trataría de un precio distinto, un 30% más alto, para que productoras puedan contar con los dólares en tiempo y forma para girar al exterior en el caso de que se trata de un espectáculo internacional que requiera el pago a artistas o empresas del extranjero. Así lo aseguró en diálogo con este medio Carlos Rottemberg, productor teatral y presidente de Asociación Argentina de Empresarios/as Teatrales y Musicales (Aadet).
“La transferencia de divisas pasó a ser un problema para todo el espectro cultural, que incluye desde una obra literaria hasta protagonistas de un show musical, cuando la parte que tiene que ver con el pago al extranjero quedó trabada y, además, con el valor del dólar oficial atento a la problemática general del país, que tiene muchas prioridades. Es un sector que necesitaba solucionar este problema”, mencionó el productor ante Infobae.
Carlos Rottemberg, productor teatral y presidente de Asociación Argentina de Empresarios/as Teatrales y Musicales (Aadet), estuvo al frente de la negociación con el Gobierno (Crédito: Santiago Saferstein)
“Lo acordado es un recargo por sobre el dólar oficial, que sería de 30% para poder en tiempo y forma comenzar a ponernos al día. Incluso compromisos asumidos y realizados sin todavía haberse pagado. Esta gestión cuenta con el consenso de las empresas nucleadas en la cámara. Fue una gestión que entiende la problemática del país y poniendo desde ambas partes, entre Gobierno y las empresas poniendo el mayor empeño posible en un acuerdo que sea valedero para traer obras y artistas a la Argentina. Es solo una punta para trabajo e ingresos para obra de mano argentina, con distintas profesiones que hacen a un espectáculo”, continuó.
De confirmarse ese esquema, se trataría así de un tipo de cambio cercano a los $200, un precio similar al que tuvo el dólar para el sector exportador de la soja. Esta medida se enmarca en una serie de decisiones que busca la conducción del equipo económico, con Sergio Massa a la cabeza, para administrar de forma más austera la salida de divisas del Banco Central, en momentos en que concentra su gestión en acumular dólares en las arcas internacionales y que busca ajustar la canilla de importaciones con un nuevo sistema de autorización que comenzará a funcionar la semana próxima.
Se trataría de un precio distinto, un 30% más alto (unos $200), para que productoras puedan contar con los dólares en tiempo y forma para girar al exterior en el caso de que se trata de un espectáculo internacional que requiera el pago a artistas o empresas del extranjero
“Vamos a ver plasmado aparentemente esta semana el resultado de estas gestiones seguramente. Fue un proceso de varios meses de diálogo que llega a un punto de acuerdo y que va a permitir que haya obras internacionales en nuestro país sino además mantener el precio de la entrada, en comparación con otros países y toda América, menor en dólares, que lo que cuesta a un espectador en otras ciudades. Para eso hay que tener en cuenta el costo que tiene un espectáculo. Era imperiosa la necesidad de resolver este problema, más luego de 2 años de pandemia, que implicó que sea la primera actividad en cerrar y la última en abrirse”, comentó Rottemberg.
“Dólar Coldplay”, de todas formas, es una denominación que Rottemberg prefiere descartar. “Denominar ‘Dólar Coldplay al esperado ‘Dólar Cultural’ es minimizar los alcances de cómo involucra este tema a toda la cadena que hace a la realización de espectáculos con alguna participación del exterior, sus fuentes de trabajo nacionales, su economía indirecta y productoras”, dijo.
Todavía no está claro de qué forma el Gobierno normará este tipo de cambio diferencial, que debería contar con un marco estipulado por el Banco Central. No es una medida, además, que aparezca entre las preferencias del Fondo Monetario Internacional, ya que por estatuto no suele ver con buenos ojos la puesta en marcha de precios diferentes oficiales para el dólar, algo que ya advirtió el organismo en su último informe técnico respecto al dólar soja, aunque por otra parte destacó el efecto positivo en la acumulación de divisas.