“Por qué alguien querría mirar un documental sobre Abbey Road que no hable todo el tiempo sobre The Beatles?”, cuenta Mary McCartney que se preguntó cuando desde el propio estudio de grabación la convocaron para dirigir Si estas paredes cantaran,el largometraje que se estrena el 6 de enero por Disney + y trata sobre los 90 años del estudio de grabación más importante de la historia de la música. “Entonces desde un principio supe que tenía que contar la historia del lugar y de la gran cantidad de música que se grabó allí, obviamente The Beatles es parte fundamental, pero de otra forma no hubiese aceptado, porque estoy muy orgullosa de mi familia pero también quiero hacer cosas por mi cuenta. Hasta consideré no hacerlo pero porque es un lugar muy importante para mí emocionalmente”.
Mary McCartney, de 53 años, hija de Paul y Linda, trabaja en fotografía y cine desde hace años pero este es su debut como directora. Y le cuenta a LA NACIÓN a través de una videollamada que la base para el rodaje y el guion fue la investigación. “No conocía la historia del lugar en detalle, así que la empecé a investigar”, cuenta. “Ahí me quedaron claras muchas cosas. Los Beatles grabaron allí todos sus discos excepto Let It Be, entonces obviamente tenía que haber una cantidad sustancial de material sobre ellos, pero también de muchos otros artistas que grabaron allí y todos fueron ayudando a cambiar la historia de cómo es la música grabada. El edificio tiene mucha historia en sí mismo, entonces la idea era encontrar un balance entre todos los aspectos. El desafío era mostrar las diferentes épocas y géneros e ir en busca de los mejores momentos en el estudio”.
A lo largo de una hora y media, el documental muestra imágenes de archivo, detalles del lugar y testimonios de Paul McCartney y Ringo Starr obviamente, pero también de Elton John, Liam Gallagher y Roger Waters, entre otros. “Mi papá estaba muy orgulloso”, dice Mary McCartney. Lo entrevisté y su reacción fue algo así como ‘Qué bien que me estés entrevistando para tu documental’. El y mamá siempre nos alentaron para que hagamos cosas artísticas, así que esto es muy especial. Y obviamente mucha gente quiso sumarse cuando supo que él iba a estar, aunque él no estuvo involucrado oficialmente como parte del staff, no pudo evitar ser un padre durante el proceso y ayudarme a conseguir testimonios”.
Si estas paredes cantaran relata en orden cronológico los 90 años de historia de los estudios Abbey Road, que fueron fundados como Estudios EMI y cambiaron de nombre oficialmente recién en 1976. “Relatar una historia de forma cronológica puede resultar aburrido”, explica Mary. “Entonces lo que decidimos fue contar los hechos y en ciertos momentos adentrarnos en alguna historia profunda”. La primera de ellas es la de Jaqueline du Pré, la leyenda del cello, y sus sesiones en Abbey Road. “Es una historia hermosa porque completa el círculo. Elgar grabó ese concierto en 1931 en los mismos estudios, después vinieron las grabaciones de Jaqueline en los 60 y por último Sheku Kanneh-Mason grabó ahora también el mismo concierto para cello, y él empezó a tocar el instrumento influenciado por Jaqueline du Pré”.
De esa manera, Mary McCartney se encargó de dejar en claro que la historia a contar excedía a The Beatles, aunque sean parte estructural por razones obvias y merecidas. “Hasta Dark Side of the Moon se grabó allí”, advierte la cineasta. “Pero incluso para la persona que más datos tenga, creo que se va a encontrar con entrevistas distintas, relajadas e íntimas. La mayoría fueron grabadas ahí mismo en el estudio y eso le despertó muchos recuerdos a todos. El espacio es único y por eso fue importante que podamos rodar muchas cosas allí”.
Y por supuesto que para ella también tuvo un valor emocional muy fuerte. La etapa solista de Paul y las grabaciones de Linda allí en el estudio fueron parte de la niñez de Mary. “Vivíamos muy cerca del estudio, íbamos caminando con mamá y papá”, cuenta. “El plan era visitarlos cuando se tomaban un descanso de sus sesiones. El lugar era ideal para nosotros porque había una cantina donde comprar dulces y pasar el tiempo. Conocí mucha gente ahí y cuando hice el documental me fue de mucha ayuda, porque admiraba a todos. A los que se encargan de las mezclas y la ingeniería pero también a los que tenían roles menores. Creo que el gran valor de Abbey Road como estudio es hacer que los artistas se sientan cómodos. Es como si todos dijeran: ‘Hagamos que esto suceda, consigamos todo lo necesario para que este disco sea el mejor posible’”.
Antes de terminar la entrevista, Mary McCartney reconoce que se sacó la foto cruzando la calle muchísimas veces y que incluso para el documental tuvieron que intentar varias tomas porque los autos a veces frenan sobre la senda peatonal. “Y muchas veces simplemente me siento cerca a observar cómo cientos y cientos de personas se sacan esa foto”.
Fuent: Sebastián Chaves, La Nación