En 1966 John Lennon estaba influenciado por lecturas que lo acercaron a la meditación trascendental y filosofía de oriente. Ese tránsito fue el germen de «Tomorrow Never Knows«, esa pieza psicodélica que se considera el punto más alto en la ascendente curva de maravillas que ofrece el disco Revolver.
Fue la primera canción pop en evitar los cambios formales de acordes y la primera canción de los Beatles en apartarse de una estructura en el marco del esquema clásico de la rima.
La anécdota que sigue forma parte de esas historias que exigen a gritos transformarse en un relato ficcionalizado. Debería ser parte de una película. O de una serie, claro. Cuando la canción estuvo lista, Paul quiso que Bob Dylan la escuchara. El grupo ya había absorbido la influencia del extraño abordaje del folk que hacía el músico americano y algo de eso reflejaron en el disco anterior, Rubber Soul.
McCartney se acercó a Dylan y, con un vinilo bajo el brazo, le pidió que prestara atención a su flamante producción artística. Cuando sonaron los primeros acordes, el parco Bob mantuvo unos segundos la mirada fija sobre el reproductor y, finalmente, dijo lacónico: «Ah, entendí: ya no quieren ser agradables». Y se retiró de la sala. Evidentemente ese sonido era una grieta artística en la historia de la banda. Todo Revolver lo es. Por eso su veneración absoluta en el catálogo, no solo del grupo, sino en la historia del pop mundial. Esos cuatro jóvenes ya no se conformaban con ser los artífices de hits como Love Me Do o Eight Days a Week. Querían más. Y los sonidos soul de Motown y los experimentos psicodélicos parecían la ruta adecuada a transitar. Y las drogas, claro. Muchas drogas.
La reedición
Al igual que con los álbumes Sgt. Pepper’s, White Album y Abbey Road, la salida al mercado de este Revolver Super Deluxe presenta una exégesis de cada canción en los ensayos mezclas completas en mono, estéreo renovado y Dolby Atmos. Es la reedición del álbum con el que Los Beatles revolucionaron la música por segunda vez. Gracias a la tecnología desarrollada para el documental «Get Back», el productor Giles Martin volvió a mezclar uno de los discos más disruptivos de la banda de Liverpool y, además, presenta una buena cantidad de material adicional.
Lo primero para señalar al público interesado es que esta obra ya está disponible en todas las plataformas para escucha digital.
En el formato físico, la salida oficial es una caja de 5 CDs con un libro explicativo (casi una enciclopedia, un documento imprescindible) acerca de la historia del disco, el proceso de producción y el análisis de cada canción y toma. También está la edición en físico en vinilo.
Más allá de todo, son 63 audios (entre canciones y ensayos y demos) para el disfrute y el aprendizaje. Y también disponibles de manera digital si uno no quiere excederse en gastos.
Uno de los mayores atractivos de esta presentación son las tomas descartadas (los outtakes) que conforman un reflejo de cómo los músicos quebraron los límites respecto del mismo género musical que ellos habían forjado; es una demostración de cómo siempre fueron por más.
Observar esas primeras versiones de «Eleanor Rigby«, con el aprendizaje de McCartney en el acompañamiento orquestal o la maravillosa aplicación del sitar de Harrison en «Love You To» o el juego coral de John Lennon y McCartney interpretando «And Your Bird Can Sing» es sumergirse en un documental. Y la palabra no es azarosa porque, de alguna manera, el estreno de Get Back, el descomunal trabajo de Peter Jackson con las cintas originales de la película Let It Be, nos brindó un abordaje diferente a todas estas obras (sí, todas) A Revolver y a las otras ediciones de lujo antes mencionadas.
Fuente: Eleconomista