Acomienzos de los 80, Phil Collins admitía sentirse frustrado, convencido de que necesitaba un respiro de Genesis, la banda de Surrey conformada originalmente en 1967 por Peter Gabriel, Tony Banks, Anthony Phillips, Chris Stewart y Mike Rutherford. Tras casi una década de tocar juntos y mantener su estatus de grupo fundamental en la escena del rock progresivo, Collins, quien en los 70 se unió a Genesis, y reemplazó a Gabriel cinco años más tarde, estaba listo para una evolución, con un puñado de canciones que incluso compartía con Banks y Rutherford, quienes no les encontraban el estilo acorde a una banda que operaba, aún con un líder que estaba queriendo alejarse, como una perfecta maquinaria.
“Tenía muchas canciones que no iban para Genesis y algunas otras tuve que adaptarlas al grupo contra mi voluntad”, declaró el británico en una entrevista para la famosa publicación Melody Maker (aquella en la que había visto el aviso para sumarse a la banda a sus 19 años), citando a “Misunderstanding” como la excepción a la regla, un tema de su autoría que se negó a modificar y que terminó siendo uno de los highlights del disco Duke, el décimo de la banda inglesa. A esa altura, el músico se mostraba escindido y con ganas de contarlo.
“Es muy duro para mí no sonar como Genesis, no permanecer de ese lado de la cerca, hasta que recuerdo que la mentalidad de grupo funciona como un reloj, y que cuando me corro de ese lugar, soy un hombre libre”, expresaba en plena promoción de su álbum debut, Face Value, editado en febrero de 1981, y definido por su factótum como una obra atravesada por la simplicidad. “Me gustan las melodías sencillas”, aseguraba Collins por entonces. “Si bien los acordes son complicados en ocasiones, estamos ante un formato simple, ante ideas simples, eso era lo que estaba buscando”.
Para el británico, Genesis sobrevaluaba lo intrincado, lo que terminó de convencerlo de tomarse un impasse y lanzarse como solista. “A mí no me molestaba quedarme en dos acordes siempre y cuando el ritmo fuera interesante, pero a la banda no le gustaba lo sencillo y si interpretaban algo de ese modo decían: ‘Compliquemos esto un poco’, cuando yo quería hacer exactamente lo contrario”, apuntó Collins sobre la austeridad que, en efecto, se percibe en Face Value y en su primer single, quizá el tema más emblemático de Phil, “In the Air Tonight”.
«Mi primera esposa y mis hijos se habían marchado y yo quedé ahí, como abandonado. Si no hubiese pasado por esas situaciones, probablemente jamás me hubiese sentado a componer un disco de rock.»
Phil Collins
El disco, producido por Collins y Hugh Padgham, estaba atravesado por el conflicto de Phil en esas épocas, cuando su esposa, la canadiense Andrea Bertorelli, le había dado un ultimátum, ya que él se ausentaba de la casa familiar con frecuencia. El músico viajaba para intentar salvar el matrimonio mientras componía temas vinculados a esa inestabilidad, pero en 1980 su primera esposa le pidió el divorcio. En 2016, cuando Collins publicó sus memorias, Not Dead Yet, Bertorelli, madre de su hijo Simon Collins, y de Joely, la pequeña que el músico adoptó y que era fruto de una vieja relación de Andrea, amenazó con demandarlo.
“Tuve que soportar por años el ser retratada como mala madre, como una adúltera, como alguien que estaba interesada en el dinero… El libro de Phil fue la gota rebalsó el vaso”, explicó la mujer. Collins, en tanto, narró cómo intentó proteger su matrimonio, pero de manera tardía. “Dejé de trabajar porque quería ser papá y estar en la casa, pero la mala suerte quiso que, cuando finalmente abandoné todo, mi familia se quebrara en el proceso”, explicó, ampliando así declaraciones que había brindado a This American Life: “Mi primera esposa y mis hijos se habían marchado y yo quedé ahí, como abandonado. Si no hubiese pasado por esas situaciones, probablemente jamás me hubiese sentado al piano a componer día a día y noche tras noche, jamás hubiese hecho un disco de rock”.
Una canción “demasiado simple” para Genesis (y con varias lecturas)
Face Value contiene varias composiciones ligadas al primer divorcio del músico, como “If Leaving Me Is Easy” y el demo de “Against All Odds” que se podía encontrar en la edición especial de un álbum en el que el tema que integró la lista de mejores canciones de rock de todos los tiempos, según la revista Rolling Stone, se destacaba particularmente. “In the Air Tonight”, primer single del disco, había sido tocada por Collins para Rutheford y Banks. “Les pareció demasiado simple”, apuntó el músico, cuyos dichos fueron refutados por el tecladista de Genesis, quien directamente negó haber escuchado la canción.
«Escribí la letra desde la espontaneidad absoluta»
Phil Collins
En ese momento, el británico se encontraba hundido (”quizá demasiado amargado”) por lo que le acontecía a nivel personal, pero liberado de esa “mentalidad de banda” que tanta frustración le estaba generando. El haber podido concebir un disco de soft-rock que coqueteaba con el pop le dio la tranquilidad de que iba por el camino correcto, escuchando sus instintos, optando por la simpleza. “En esa etapa de mi vida no me quedó otra alternativa que encerrarme a escribir, aunque pueda sonar muy deprimente”, rememoró.
El tema lanza varios dardos. “Yo estaba ahí y sé lo que hiciste, lo vi con mis propios ojos, así que podés borrar esa mueca de tu rostro, sé dónde estuviste, todo ha sido una gran mentira” parece referenciar a una supuesta infidelidad de Bertorelli con un pintor, que la exesposa de Collins negó tras la salida de su autobiografía. Eso “que se siente en el aire” era ni más ni menos que la desintegración del vínculo. “Escribí la letra desde la espontaneidad absoluta”, declaró el músico casi dos décadas después de su lanzamiento, en un documental para la BBC. “No sé muy bien de qué trata la canción, pero sí sé que tiene mucha bronca, mucha desesperación y, sobre todo, una gran frustración, aunque en cierto modo me gusta que se conserve el misterio de su origen”.
Sin embargo, tras su lanzamiento, acompañado por el gran video de Stuart Orme, la canción fue adquiriendo otra tesitura cuando se analizó uno de sus versos: “Si me dijeras que te estás ahogando, no te daría una mano; he visto tu cara antes, amigo, pero no sé si tú sabes quién soy” suscitó especulaciones, e incluso una leyenda urbana que aseguraba que Collins había escrito ese fragmento en alusión a un episodio de su vida en el que no pudo salvar a un hombre de ahogarse.
A una interpretación tan literal se le sumó otro aditamento, como si el mito tuviese que aggiornarse década tras década, que afirmaba que Collins vio a ese hombre morir junto a otra persona a la que pidió ayuda. La perpetuación de esa versión trágica fue desmentida por Collins años más tarde en diversos medios.
“La escribí cuando me dejó mi esposa”, le contó a Rolling Stone. “Ella me dijo: ‘Si hacés otro tour con Genesis, entonces no vamos a seguir juntos’, a lo que le respondí: ‘Yo soy músico, tengo que irme y tocar, tan solo mantiene tu respiración mientras estoy fuera de casa’, y me fui a Japón con la banda. Cuando volví, me dijo que me dejaba y que se iba con los chicos”, recordó. “La letra de esa canción me salió producto de esas vivencias, abrí la boca y aparecieron las palabras, ni siquiera las había escrito previamente”, aseguró Collins, cuya versión de los hechos fue desmentida por Bertorelli. “Estaba enojado por el divorcio y de ahí salió todo”, le admitió al conductor Jimmy Fallon.
Respecto al mito del hombre que se ahogó a pesar de haber intentado rescatarlo, el músico no le dio entidad, a diferencia del rapero Eminem, quien incorporó esa leyenda urbana a la versión extendida de su gran canción, “Stan”, en la que detalla cómo Collins recordaba, en “In the Air Tonight”, a un hombre que se había ahogado y con el que Phil se había reencontrado “en un concierto”.
De todas formas, esa fue no la única vez en que el tema resurgió en la cultura popular. En la primera entrega de la comedia ¿Qué pasó ayer?, vemos a Mike Tyson extasiado al escuchar la indeleble impronta de la canción, ese fill de batería, ese breve pasaje que se escucha gracias a la incorporación de la denominada reverberación puerteada que colabora al clímax. “Son como focas ladrando”, expresó Collins sobre ese instante en el que su tema se quiebra, el leitmotiv de su composición, que precisamente habla de una disolución abrupta con un enojo insoslayable, la perfecta contracara del segundo single, el más upbeat “I Missed Again”, el ejemplo perfecto de cómo abordar un duelo de manera bicéfala.
Fuente: Milagros Amondaray, La Nación