Joaquín Sabina reapareció públicamente en un video compartido previo al Día del Libro

MIRÁ EL VIDEO. «No temo al confinamiento porque tengo muchos libros», advirtíó el cantante que tuvo una fugaz reaparición pública desde su salida del hospital donde fue internado en febrero.

En su primera aparición participó de una serie de videos del Instituto Cervantes por el Día del Libro.

«Para mí, que soy miedoso, justo no le tengo miedo al confinamiento (por la pandemia de coronavirus), porque tengo muchos libros», dijo Sabina, de 71 años, en un video que puede verse en el perfil oficial de Twitter del Instituto Cervantes.

El autor de “19 días y 500 noches” y “La canción más hermosa del mundo” hizo suyas en la grabación ahora viralizada las palabras de Jorge Luis Borges de que «el paraíso es una biblioteca».

El cantante protagonizó una fugaz reaparición pública, la primera desde su salida del hospital donde fue atendido en febrero al caerse del escenario durante un concierto y sufrir varias complicaciones que le llevaron varios días a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

“Para mí, que soy miedoso, justo no le tengo miedo al confinamiento, porque tengo muchos libros”, ha señalado en un video colgado en el perfil oficial de Twitter del Instituto Cervantes en pleno encierro por la pandemia de coronavirus.

Instituto Cervantes@InstCervantes

«Dice Joan Margarit que #LaLibertadesunaLibrería.
También Borges afirmó que el paraíso es una biblioteca.
Los libros acaban con la soledad, no hay mejor remedio para el confinamiento».
A las puertas del #DíadelLibro, Joaquín Sabina también nos manda su mensaje en apoyo al sector.

Video insertado

Sabina, que en esa grabación a las puertas del Día del Libro hace suyas las palabras de Borges de que “el paraíso es una biblioteca”, participaba además unas pocas horas antes en una entrevista con Jordi Évole emitida en La Sexta, en la que habló de su ingreso hospitalario.

“Fue más fuerte del que pensáis. Llevo hasta dos operaciones, titanio y un hematoma en la cabeza”destacó el jienense en su intervención, en la que sin embargo no dudó en señalar: “No tengo la menor intención de morirme, que se muera la muerte”.

Fue el pasado 12 de febrero, durante un concierto en el Wizink Center de Madrid, cuando Sabina se precipitó al foso frente al escenario desde una altura aproximada de 1,70 metros, provocándose un “traumatismo de hombro izquierdo, torácico y craneoencefálico” y un “pequeño coágulo” del que fue intervenido.

“Sé que me enrollé en un cable y me pegué un hostión”, dijo a Évole, añadiendo este factor a las causas de su caída, que entonces solo se atribuyó a haberse deslumbrado con un foco.

Con él estaba su amigo y compañero de gira Joan Manuel Serrat, quien se alarmó mucho como testigo de primera mano. “Mi primo el catalán estuvo muy preocupado porque me vio muy mal un par de días”, confesó Sabina al respecto.

Su forzosa recuperación le ha obligado a llevar un confinamiento más largo que el resto de la sociedad, algo a lo que el autor de “Cerrado por derribo” ha quitado hierro.

“Me asusta que me digan que no puedo ir a un restaurante con 15 amigos y tirarnos horas de sobremesa”, ha apuntado al respecto, antes de mostrar su preocupación por la situación de la cultura ante el parón provocado por la pandemia.