La armonía de un equipo

Por Facundo Ladoux, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Es el jugar que nos enseña a soñar y observarnos que somos simples seres humanos que podemos ilusionarnos, sufrir, gritar, alentar, amar, saltar, observar, hacer silencios, escuchar nuestros latidos del corazón.

Es en ese momento que nos damos cuenta que podemos creer en nosotros mismos y que sabemos que no estamos solos y que siempre hay situaciones difíciles de atravesar, pero que todo es circunstancial.

Lo que importa es el momento de cada segundo de aliento, de cada situación que nos toca vivir.

Por eso, cuando podamos acompañarnos desde una lagrima hasta una risa, tenemos que saber que somos sujetos que podemos mirarnos a los ojos y  escuchar los que nos pasa.

El mundo, la educación y el deporte nos enseñan a ver la unión que tenemos para saber lo que realmente es el amor por nosotros mismos y por los demás.

El talento es acompañado por la práctica y por el compañerismo, sino el talento deja de serlo por sí mismo.

Tengamos en cuenta que a veces la comunicación se superpone y nos termina generando una falsa expectativa de lo que vemos, como creyendo que es uno de los remedios para nuestras decisiones.

Aprendamos a pensar en lo que queremos, a creer en nosotros  y ser más unidos  como pueblo.

Por ultimo, me parece muy importante que nos acerquemos más a las circunferencias, como una pelota o un globo terráqueo  y nos alejemos de los rectángulos a excepción de los libros, para que tengamos más libertad a la hora de pensar y no ser esclavos de un sistema que nos quiere imponer continuamente sus ideas falaces a través de dispositivos desconocidos.

Sigamos como lo venimos haciendo en este mundial y miremos para adelante, aprendiendo de los errores del pasado.

Vamos Argentina.

============================================================

Facundo Ladoux, abogado, músico, ajedrecista, oriundo de Lincoln, provincia de Buenos Aires.