Cuando Frank conoció a Carlitos, el telefilm que ya está disponible en Disney+
Cuenta la leyenda que en 1934, cuando Carlos Gardel se encontraba realizando una actuación en los estudios de la cadena radial NBC, en Nueva York, se presentó de repente en su camarín un joven admirador, ansioso por conocer al “gran barítono rioplatense”, que dijo llamarse Francesco Albertino Sinatra Garaventa. Por entonces, “el morocho del Abasto” tenía 44 años y era una figura internacional, mientras que su admirador arañaba los 19 y aún no se hacía llamar Frank Sinatra. ¿Habrá sido cierto que Gardel y Sinatra se conocieron en aquel entonces? Sobre esa sospecha, ¿o fantasía? discurre Cuando Frank conoció a Carlitos, el telefilm local que Disney+ acaba de sumar a su programación.
La producción original de Curioso Entertainment, que adquirió la plataforma, está dirigida por Karina Insausti y protagonizada por Oscar Lajad, como Carlos Gardel y Pablo Turturiello, como Frank Sinatra. Es un vehículo ideal para que los dos cantantes más grandes de América de todos los tiempos (hayan coincidido realmente alguna vez o no, en un mismo tiempo y espacio) recorran temas en común, como el amor, la amistad, el barrio y el juego, y para que interpreten juntos los mejores tangos del repertorio gardeliano (”Nostalgias”, “Rubias de New York”, “La cumparsita”, “Cuesta abajo” y “El día que me quieras”, entre varios), tanto en español como en inglés (toda una rareza, por cierto, y también un gran acierto con vistas a la proyección mundial de la ficción).
Tanto Lajad como Turturiello provienen del mundo teatral, donde se han forjado una carrera dentro del género de la comedia musical. Lajad ha participado en numerosos títulos (como Houdini, una ilusión musical, Ella, Chicago y Gardel, el musical) y es desde hace años el artífice del premiadísimo music hall Tango corrupto. Turturiello, con sólo 24 años, se encuentra transitando el primer tramo de su camino, si bien ya ha protagonizado Footloose y actualmente integra el elenco de Heathers y se lo puede ver en la serie Freaks (también de Disney+). Para ambos, Cuando Frank conoció a Carlitos es una oportunidad única, por lo vasto de la audiencia del streaming y porque el telefilm (que tiene toda la impronta de teatro filmado) ya cuenta con luz verde para ser adaptado a los escenarios, con ellos nuevamente como protagonistas.
El próximo paso del producto tiene su lógica, porque en realidad Cuando Frank conoció a Carlitos nació como un proyecto teatral, a fines de 2019 y no se pudo concretar por la pandemia. No obstante, cuando las condiciones sanitarias mejoraron un poco, a sus hacedores se les ocurrió transformarlo en una película, dado que por entonces existían protocolos de trabajo seguros que permitían encarar una filmación. El primer convocado fue Lajad, que por su reconocido currículum no tuvo que pasar por un casting. Turturiello, por entonces un novato que acababa de llegar de su Montevideo natal para probar suerte en Buenos Aires, sí tuvo que atravesar un riguroso proceso de selección. “Llegué al casting gracias a que mi profesor de canto, Marcelo Velazco Vidal, me envió un flyer que anunciaba que estaban buscando actores de mi edad que hablaran y cantaran en inglés -recuerda Turturiello-. Primero tuve que enviar un video cantando un tema de Michael Bublé y luego debí audicionar como 80 veces, pero al final me quedé con el papel y me enteré que era para Disney. Valió la pena tanto estrés (risas)”. Finalmente, con los dos actores protagónicos definidos, más la incorporación de la debutante Antonella Misenti (otro gran acierto del casting), como Nancy Barbato (la prometida de Francesco Albertino Sinatra Garavato), se rodó durante diez días, en julio de 2021.
–¿Cuán hipotético o real es el encuentro entre Gardel y Sinatra? ¿Alguna vez se cruzaron o pudieron haberlo hecho?
Oscar Lajad: –La posibilidad estuvo, pero nadie sabe si eso sucedió o no. No hay testimonios que lo confirmen. Pero algunos dicen que cuando Frank Sinatra vino a cantar a la Argentina (en 1981) fue hasta el Abasto (por entonces un mercado de frutas y verduras, que había inspirado varios tangos) y dejó un ticket para “el señor Gardel que me salvó la vida”.
–¿Por qué Gardel le habría salvado la vida?
Lajad: –Porque, según muestra una escena de la película, Gardel le aconsejó que se alejara de las malas compañías y que se presente al concurso para cantantes de la radio (llamado Major Bowes Amateur Hour). Ese concurso existió y fue contemporáneo a cuando Gardel estaba trabajando en la NBC de Nueva York. Entonces, Sinatra gana ese concurso, empieza su carrera y se perfila como un artista con un talento inigualable.
Pablo Turturiello: –Cuando empezamos a ensayar nos dijimos: si pasó o no pasó no nos incumbe, nosotros queremos creer que pasó, porque nos convenía creer que eso había sucedido para lograr mayor veracidad en nuestras actuaciones.
–¿Qué es lo que más les gustó de interpretar a semejantes personajes? ¿Alguna vez se sintieron atemorizados por el desafío?
Turturiello: –Yo siempre fui muy fan del idioma inglés, de chiquito lo escuchaba y repetía en películas, después fui a un colegio bilingüe. Actuar, que es mi pasión, y en inglés, esa conjunción ya era un regalo de por sí. Eso es lo que más me divirtió. Y lo que más me dio miedo es no estar a la altura de una figura emblemática, conocida universalmente. Además, como mi padre es muy fanático de Frank, temía decepcionarlo. De chico, cuando volvía del colegio, a la tarde, en mi casa siempre sonaba Frank. Imaginate, entonces, cuando mi padre se enteró que iba a interpretar a su ídolo. “¡No lo puedo creer, Coquito, qué orgullo!”, me dijo. Ahora vio la película y me dio su aprobación, le gustó mucho.
–¿Habías abordado alguna vez el repertorio de Sinatra? ¿Te costó imitar su estilo?
Turturiello:- No. A sus temas los tenía muy oídos, fundamentalmente los más conocidos, los clásicos como “Fly Me to the Moon”, pero nunca los había cantado. Por eso tuve que indagar mucho para poder interpretarlos. Y me enamoré mucho de algo que no sabía y que descubrí al investigar al personaje para hacer la película. Yo soy muy fan de la época de oro de Broadway, la de 1940 y 1950, cuando triunfaba el tándem de Richard Rodgers (compositor) y Oscar Hammerstein (letrista), la de Oklahoma, Carousel, South Pacific, The King and I y The Sound of Music. La sorpresa fue que Frank tenía muchos covers de aquella época. Eso me encantó y ahí sentí que tenía una gran conexión con él y su repertorio. De ahí me agarré para interpretarlo, de ese interés.
–Oscar: ya habías interpretado a Gardel en el musical homónimo. ¿Qué diferencias encontrás entre tu actuación en aquella experiencia teatral y en ésta, fílmica?
Lajad: –Como las situaciones que se cuentan en la película son distintas, eso modifica el tipo de actuación. Aquí Gardel es más bien un maestro que aconseja a un chico, es más evocativo que en el otro musical. Gardel, el musical era testimonial, mostraba las distintas cosas que le iban pasando en su vida. En cambio, el Gardel de Cuando Frank conoció a Carlitos es un Gardel de entrecasa; las charlas que tiene con Frank son más amenas y cotidianas. En definitiva, aquí aparece el Gardel que no se conoce, el íntimo. Este musical tiene mucho más humor que aquel, entonces conté con más guiños y matices para jugar. La otra diferencia, a la hora de actuar, es que aquí todo tenía que ser más pequeño. ¿Qué quiero decir con esto? Que yo siempre trabajé en teatro y por eso estoy acostumbrado a hacer todo más grande, con gestos ampulosos y en un film hay que achicar todo para la lente de la cámara, trabajar más con los detalles y las sutilezas. El desafío fue, por un lado, componer el personaje con la mayor libertad posible y, por el otro, mantener un poco lo que se conoce de Gardel para serle fiel: sus modismos, su manera de pararse y mover las manos, su manera de gesticular y sus yeites al cantar.
–¿En qué momento de su vida y su carrera se encuentra el Gardel que te tocó interpretar?
Lajad: –Gardel ya era todo un hombre, tenía 44 años, era mundialmente famoso, había grabado toda su discografía y realizado todas sus películas. De hecho la acción transcurre antes de que él emprendiera la gira por Puerto Rico, Venezuela, Cuba, México y Colombia, donde finalmente fallece en un accidente aéreo, en Medellín.
–Si bien provenís de la comedia musical, hace años que protagonizás el espectáculo Tango corrupto. ¿Cuándo empezó tu pasión por el tango?
Lajad: -Al tango lo mamé de chico, en mi casa. Por ejemplo, mi abuela era cantante de tango. Pero en mi caso todo era puertas adentro, algo muy íntimo. Hasta que ya de grande, en medio de mis participaciones en las comedias musicales, me convocaron para trabajar en un show para turistas en un hotel muy famoso, y ahí obviamente había que cantar tangos. Así empecé a cantarlos profesionalmente. Y de golpe me sentí muy cómodo con el género. Por otro lado me venía pasando algo con los musicales: siempre me elegían como segunda opción para los protagónicos, por lo tanto quedaba como reemplazante. Y era entendible: porque se trataban de musicales que transcurrían en Baltimore o Nueva York para los que no daba el phisique du rol en primera instancia. Quedaba como ensamble y como cover, pero no como protagonista, porque daba muy criollo. En cambio, para el tango, el físico no era un problema sino todo lo contrario. Y como las letras del tango siempre me gustaron y me parecieron muy genuinas, ahí empecé un camino que hoy me llena de orgullo.
–Y vos, Pablo, que sos muy joven, ¿qué relación tenías con el tango antes de Cuando Frank conoció a Carlitos y cómo es la que tenés ahora?
Turturiello: –Te voy a ser sincero: lamentablemente tenía una relación nula. No se escuchaban tangos en mi casa, a lo sumo mi abuela habrá escuchado alguno, pero yo no solía escucharlos. Sólo conocía un par. Por eso para hacer esta película me estresé, porque tuve que aprender en muy poco tiempo 15 tangos que no conocía y que son muy parecidos melódicamente. Pero ahora piré y son mis grandes amores. Los escucho y me vuelvo loco. A “Soledad” le tengo un cariño especial, porque es el primer tango que debí cantar para la película, y “Volver” me fascina, sobre todo por una estrofa de su letra, la que dice: “tengo miedo del encuentro con el pasado que vuelve a enfrentarse con mi vida/Tengo miedo de las noches que pobladas de recuerdos encadenen mi soñar”.
–¿Cuál creen que puede ser el recorrido del film en el exterior y cómo podría incidir en el futuro de sus carreras?
Turturiello: –A partir de Cuando Frank conoció a Carlitos anhelamos viajar mucho, por la película en sí o por la obra, si es llevada al teatro. A nivel teatral es un producto muy fácil técnicamente de llevar a todos lados, porque somos pocos actores y la escenografía es un único decorado que se puede adaptar, o directamente prescindir de ella.
Lajad: –Como ya llevo varios años en el medio trato de no poner demasiadas expectativas en cada proyecto, prefiero en todo caso dejarme sorprender por lo que pueda pasar. Trabajo para que me vaya bien pero sin pensar demasiado en los resultados. Lo que estaría bueno, independientemente de cómo incida este proyecto en nuestras carreras, es que a partir de ahora se hagan más películas en la Argentina de este tipo. Me parece que en ese sentido, y gracias a la magia de Disney, Cuando Frank conoció a Carlitos puede ser el comienzo de un período maravilloso para el formato del telefilm y el género musical, la inauguración de un canal y un mercado de producciones insospechados. Ojalá que así sea.
Fuente: Gustavo Lladós, La Nacion