Siempre es una buena excusa para recordar a Los Beatles y también siempre puede haber una buena excusa para celebrarlos. Se cumplieron 60 años de la publicación del single “Love Me Do”.
Lamborghini aprovechó la ocasión para organizar una movida movilizante tanto para los beatlemaníacos como para los amantes de los autos clásicos.
Con ese aniversario como horizonte, la marca italiana oriunda de Sant’Agata Bolognese se embarcó en una travesía desde los famosos estudios Abbey Road hasta Savile Row, donde los “Fab Four” brindaron su último concierto en la mismísima terraza de las oficinas de Apple Corps, la corporación creada por el grupo.
Eso fue el 30 de enero de 1969 y la idea del grupo fue improvisar un concierto como para juntar fuerzas y volver a los escenarios. El recital duró 42 minutos hasta que la Policía de Londres llegó y mandó a silenciar la performance por las quejas de los vecinos.
Todo fue documentado por múltiples cámaras, y en 2021 se pudo ver el concierto completo en el documental “Get Back” dirigido por Peter Jackson.
¿Y dónde aparece Lamborghini en esta historia? Como actor de reparto: en las imágenes del último concierto se puede ver en plena calle londinense un Lamborghini 400 GT 2+2 Rosso Alfa (rojo) con un interior Nero (negro). La coupé estaba, literalmente, estacionada en la calle y la gente de Lamborghini no tuvo mejor idea que rendirle un homenaje al primer sencillo del grupo de Liverpool por este “cameo” por accidente.
Leyenda en Londres
El 400 GT 2+2 es contemporáneo a los Beatles. El “Lambo” se lanzó en 1966, apenas tres años después de que se fundó Automobili Lamborghini. Pese a que fue uno de los primeros exponentes de la marca, el 400 era considerado por aquel entonces uno de los mejores autos de la época. Según la propia marca, representaba el concepto original de Ferruccio Lamborghini de “crear el GT más rápido, confortable y lindo”. En esto último tuvo mucho que ver Carrozzeria Touring, una de las firmas líderes en diseño y calidad, que lo concibió desde cero y rubricó sus líneas. Además de los pergaminos dinámicos y estilísticos, su configuración 2+2 (dos asientos delanteros y dos traseros) le daba un plus de versatilidad para quien quería un deportivo pero también llevar pasajeros.
Cosas interesantes también pasaban debajo del capot (de apertura inversa), donde se escondía un V12 biálbero de 4 litros que desarrollaba 320 CV. Con semejante huella en la historia de la marca, Lamborghini aprovechó las imágenes del documental y sacó a las calles de la capital inglesa un ejemplar inmaculado que hizo una ruta beatle por excelencia, saliendo de Abbey Road (que dio título al disco homónimo y originó la icónica foto del grupo cruzando por la senda peatonal) hasta Savile Row, donde se encuentra Apple Corps y donde sucedió el famoso último recital de la banda.
Se sabe que los cuatro miembros eran amantes de los autos y por supuesto a lo largo de su carrera tuvieron absolutamente de todo tipo y color. De los cuatro, solo Paul McCartney (que se lo suele ver bastante por las redes sociales en su Land rover Defender por la campiña inglesa) tuvo un 400 GT durante la época del Álbum Blanco de 1968.
Y aunque inmediatamente se relaciona a los Beatles con Liverpool, en un video que acompaña el comunicado de Lamborghini, el periodista británico Dylan Jones, que entrevistó múltiples veces a McCartney destacó que el músico, oriundo de Liverpool, se inspiró fuertemente en la ciudad de Londres, donde se realizó el último concierto, debido a que catalizó sus procesos creativos y su ilimitada curiosidad para “crear piezas una serie de piezas musicales que todavía trascienden”.