Nacida en Holanda, mantiene intactas la belleza y elegancia con las que enamoró al cantante español.
La ex modelo neerlandesa y el cantante español se conocieron una mañana de diciembre de 1990 en el aeropuerto de Yakarta, Indonesia: apenas la vio, él supo que sería la mujer de su vida. Miranda Rijnsburger (57) ya había advertido el alboroto de mujeres a su alrededor cuando Julio Iglesias (79) se le acercó y la invitó a ver su show de esa noche. Tras la actuación, el cantante dio un paso más y le propuso que lo acompañara en su gira por Kuala Lumpur, Singapur y Tokio. Con algunas reservas, ella aceptó. Miranda tenía 25 años, trabajaba de secretaria en una empresa en Róterdam y completaba sus ingresos como modelo publicitaria. Julio tenía 47, era un artista reconocido en el mundo entero, había estado casado con Isabel Preysler siete años y tenía tres hijos, Chábeli, Julio y Enrique.
¿QUIÉN ES ESA CHICA?
Miranda Rijnsburger nació en una familia sin recursos, se crio en la localidad de Leimuiden –ubicada al sur de los Países Bajos–, y durante varios años vivió con sus padres y su hermana en una casa flotante. Sin chance de asistir a la universidad, cuando terminó el bachillerato inició un curso de secretaria ejecutiva que, junto a su trabajo de modelo, le permitía mantenerse. Tras la gira asiática en la que su romance con Julio Iglesias empezó como una luna de miel, Miranda volvió a Róterdam, decidida a seguir con su vida. Pero él la llamaba por teléfono constantemente y, de a poco, la fuerza del amor se fue imponiendo hasta que, a mediados de 1991, ella se instaló en “Indian Creek”, la casa del cantante en Miami. Allí, fue recibida con cariño por los tres hijos de Julio. Discreta y de bajo perfil, enseguida se convirtió en el refugio de la agitada vida del artista, su cómplice, la dueña de sus secretos y la madre de sus cinco hijos menores: Miguel Alejandro (1997), Rodrigo (1999), las gemelas Victoria y Cristina (2001) y Guillermo (2007).
BODA SECRETA
Cuando llevaban veinte años de novios eternos, en agosto de 2010, Miranda y Julio se casaron en secreto en “Cuatro Lunas”, la finca que él tiene en Marbella y que le compró al torero Curro Romero –más de cuatrocientas hectáreas con vistas al Mediterráneo, a diez minutos de Puerto Banús, con capilla propia– y en la que la familia pasa los veranos. Los únicos testigos de la ceremonia fueron sus cinco hijos y los caseros. “Nos casamos aquí porque tanto yo como mi mujer adoramos España y estamos muy felices en nuestra casa en Marbella”, dijo Julio en ese momento. Para la ocasión, la novia llevó dos trajes, ambos blancos en algodón y encaje, firmados por Óscar de la Renta, quien fuera muy amigo y socio del cantante. Hubo torta de bodas, apasionado beso de los recién casados y, cumpliendo con la tradición, Miranda lanzó su ramo a las mujeres de la casa. Para algunos, fue una boda tardía; para ellos, llegó en el momento indicado. “Que se hayan cumplido veinte años desde que nos conocimos no ha sido el motivo para casarnos ahora –confió el artista–. El motivo principal es que era el momento justo. Se cumplen veinte años de emociones, de admiración profunda por ella, veinte años de muchas cosas bonitas, veinte años que volvería a repetir ahora”, agregó.
LA FÓRMULA DE LA FELICIDAD
En los últimos años, la pareja ha vivido en casas separadas: ella junto a sus hijos en “Indian Creek”, Miami, y él en República Dominicana, donde encontró su lugar en el mundo. Sin embargo, la distancia no complota contra la estabilidad de la relación: el avión privado de Julio está siempre listo para volar de una residencia a la otra. Y, según parece, estas reglas de convivencia son el secreto de su largo amor: Julio siempre fue muy independiente y su mujer lo entendió desde el primer día: “Miranda es la mujer de mi vida, no podría imaginarme la vida sin ella”, declaró él en varias ocasiones. En octubre de 2022 ella celebró su cumpleaños número 57, momento que la superestrella de la música aprovechó para dedicarle una romántica publicación en redes sociales, prueba de que su love story es para siempre: “Treinta y dos años juntos, gracias por tantos años de entrega y amor. Feliz cumpleaños. Te amo”.
Fuente: La Nación