La lista es sorprendente. Y aunque podría parecerlo, no se trata de un encuentro de la ONU. Jóvenes de 18 a 26 años de todo el mundo -de Asia a los Estados Unidos y de América Latina a Europa, con escalas en decenas de puntos dispersos sobre el planisferio- participarán este sábado de una audición abierta internacional para sumarse a la temporada 2025 del Ballet Estable del Teatro Colón (BETC), que renovará, de esta manera, veinte plazas de su plantel artístico con contratos anuales.
La convocatoria llama la atención, especialmente, cuando se bucea en la procedencia de los 536 inscriptos que hasta el 15 de diciembre aplicaron de manera virtual. Las candidaturas llegaron desde cuarenta y dos países, contando la Argentina (con 183 aspirantes de diferentes regiones del territorio). Para graficar, en este caso, hablar del “resto del mundo” quiere decir que 353 buscaron ganarse un lugar en la compañía de danza desde Japón, Australia, Nueva Zelanda, Alemania, Rusia, República Checa, Canadá, Perú, Méjico, Suecia, Eslovaquia, Noruega, Francia, Austria, Corea, Países Bajos, Hong Kong, Paraguay, Brasil, Uruguay, España, Italia, Reino Unido, Finlandia, Grecia, Bélgica, Venezuela, El Salvador, Panamá, Estados Unidos, Polonia, Belgrado, Suiza, Costa Rica, Estonia, Montenegro, Israel, Rumania, Chile, Armenia, Portugal. En las bases para participar se dejó constancia de que los extranjeros, de cualquier nacionalidad, en caso de ser seleccionados, deberán contar con documentación migratoria y laboral habilitante a la fecha de formalización de la contratación. De este total, fueron preseleccionados aproximadamente 160 postulantes que de manera presencial audicionarán en la última etapa de este proceso.
“Quiero que todo el mundo conozca al Ballet del Colón y llegar a ponerlo entre los diez mejores”, había dicho Bocca a LA NACION en noviembre, cuando se oficializó su designación. Lo que no se sabía entonces es que mucho antes de que él empezara a correr detrás ese ambicioso desafío “el mundo” querría venir hasta aquí para formar parte.
De alguna manera, esta primera reacción confirma que el solo nombre de la mayor figura de la danza argentina -que entre os ‘80 y la primera década de este siglo descolló con una carrera internacional, con base en el ABT de Nueva York-, coloca a la compañía de Buenos Aires en el mapa.
Si bien la conformación actual del BETC cuenta con artistas de diversas nacionalidades, mayormente son de países latinoamericanos, como Brasil, Venezuela, Paraguay.
El propio Bocca seleccionará el sábado a los ganadores junto con el jurado integrado por su nuevo equipo artístico, quienes trabajarán durante todo el año con estos los bailarines: la española África Guzmán, la exprimera bailarina de la casa Nadia Muzyca y el argentino Luis Ortigoza, étoile “repatriada” de Chile, para sumarse a este team en calidad de maestro.
En cuanto al desarrollo de la audición, informaron que se harán dos clases de barra eliminatorias; los seleccionados continuarán con clases de partenaire y contemporáneo, y de estas instancia surgirá una selección final. Es posible que se solicite a los aspirantes que interpreten alguna de las variaciones (clásica y contemporánea) que se les solicitó enviar por video para inscribirse en la audición. Como es habitual, el Teatro Colón dispondrá para el proceso de pianistas acompañantes.
Antecedentes
Durante la gestión de Paloma Herrera, justo antes de que se desatara la inesperada pandemia que puso a todo el mundo en stand by, el Colón había hecho un llamado internacional para sumar bailarines a las filas de su Ballet Estable, que este 2025 estará celebrando su centenario. En aquella oportunidad, el concurso no solamente le permitía a la compañía de danza más importante del país sumar nuevos artistas a su plantel sino también “estabilizar” la relación de otros que ya formaban parte del elenco. En 2019, el jurado estuvo integrado por grandes nombres como la estrella francesa Manuel Legis (director del Ballet de la Scala de Milán) y Kevin O’Hare (director del Royal Ballet de Londres).
En 2016, durante la gestión de Maximiliano Guerra, el Ballet del Colón había realizado un concurso de similares características, con Julio Bocca y Ricardo Bustamante en el jurado.
En esta ocasión se ofrecerán a los veinte ganadores contratos anuales (con aportes de seguridad social y obra social), en una planta transitoria, promoviendo así una renovación de la compañía. Paralelamente, el Teatro Colón también abrió a fin del año pasado un retiro voluntario para bailarines mayores de 38 años.
Fuente: Constanza Bertolini, La Nación