Ricky Martin y «Tiburones»: los reclamos sociales presentes en su nuevo videoclip

El cantante alza su voz a través de la historia central del clip, que tiene un mensaje social y de ampliación de derechos, dejando en claro que mantiene firme su lucha por el respeto a la diversidad de culturas y pensamientos.

El video fue filmado en Puerto Rico, y comienza con el rostro del intérprete, quien camina entre varios policías y canta las primeras estrofas: «Ya no sé por qué peleamos así. Basta de hacernos daño, que se nos van los años». Luego, aparece una mujer que lleva puesto el característico pañuelo verde en su cuello, que distingue a quienes apoyan el aborto legal, quien se para frente a las fuerzas de seguridad.

Mientras Martin sigue cantando, la joven adquiere más protagonismo por el intercambio de miradas que sostiene con los policías. Después de esos instantes de tensión, detrás de ella aparece una multitud; la joven sonríe, y ocurre lo inesperado: cada uno de los policías se quita el casco y lo deja caer al suelo. «Cambiemos el escenario, que no quiero pelear contigo. ¿Cómo la ves?», canta el boricua mientras todo esto sucede.

Finalmente, llega la estrofa que le da nombre a la canción: «Por tí cruzo la tierra, lucho con mil leones, por ti hago lo que sea, nado con tiburones». A través de su videoclip, el artista deja entrever que los «tiburones» con los que lucha son una metáfora de varias cuestiones sobre las que ya se ha expresado anteriormente: la crisis social y política que se vive en su país natal; la intención de que convivan pacíficamente los diferentes pensamientos y posturas; y su reflexión sobre el rol de las fuerzas de seguridad en las protestas que hace el pueblo en las calles.

Cabe agregar que hace algunas horas Martin subió un video a su cuenta de Instagram donde habla en primera persona frente a la cámara y exige la renuncia de la gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez Garced. El cantante usó sus redes sociales y volvió a expresar su descontento y desilusión por la difícil situación que padecen sus compatriotas.

Fuente: La Nación