“Start Me Up” fue el primer single del álbum Tattoo You (1981). Sin embargo, su historia se remonta a algunos años antes, durante las sesiones de grabación de Black and blue (1975), en los Musicland Studios de Munich (Alemania). Por entonces se llamaba “Never Stop” y tenía una cadencia más cercana al reggae que finalmente fue desechada.
Una segunda versión surgió en las sesiones de 1978 para Some Girls, llamada “Start it up”, y fue la base para la versión final. Cuenta la leyenda que mientras los Rolling Stones calentaban motores antes de iniciar la gira mundial American Tour 1981/ European Tour 1982, comenzaron a trabajar en una serie de canciones para sumarlas al tour, y a falta de tiempo para componer material nuevo, se pusieron a revisar grabaciones que habían quedado en el tintero.
Justamente, Tattoo You fue un álbum que se caracterizó por retomar en su mayoría canciones olvidadas que habían sido grabadas en década del 70, entre temas de rock y baladas. Tras su lanzamiento fue un éxito inmediato de crítica y público, con más de cuatro millones de copias vendidas solo en los Estados Unidos y más de 8,5 millones a nivel global.
Según Chris Kimsey, el productor asociado de aquel álbum leyenda, en realidad la necesidad de revisar grabaciones viejas “surgió verdaderamente porque Mick y Keith no atravesaban el mejor de sus momentos”. Básicamente, las diferencias pasaban porque Richards quería mantenerse fiel a las raíces del rock y del R&B, mientras que Jagger estaba más abierto a las nuevas tendencias.
“Existía la necesidad de publicar un álbum, y yo les dije a todos ellos que podría hacerlo con material que ya tenían. Estuve tres meses revisando las cintas grabadas durante las sesiones de los últimos cuatro o cinco álbumes, y descubrí cosas que habían sido olvidadas o rechazadas. Y entonces se las presenté a la banda y dije: ‘Ey, chicos, tienen enlatadas todas estas cosas magníficas y es un material extraordinario, hagamos algo con él’”.
Cuestión de tiempo
Sin embargo, en una entrevista publicada años después, Keith Richards contó una versión algo diferente de los hechos: “Lo que ocurrió con Tattoo You no fue que dejamos de escribir nuevas cosas. Fue una cuestión de tiempo. Habíamos acordado que saldríamos de gira y queríamos hacerla presentando un nuevo disco. No había tiempo para hacer un álbum completo. Esa es una ventaja en la que realmente no piensas con una banda que dura mucho tiempo. De una forma u otra, terminas con una acumulación de material realmente bueno que, por una u otra razón, no tuviste la oportunidad de terminar o publicar, porque tenía el tempo incorrecto o era demasiado largo, razones puramente técnicas, ¿sabes? A veces escribimos la canción por pedazos: solo conseguimos la melodía y la música, y luego preparamos las pistas y escribimos la letra. De esa manera, las pistas maduran como el vino: simplemente lo dejas en la bodega por un tiempo y sale un poco mejor unos años más tarde”.
Luego de “Paint it Black”, “Brown Sugar” y “Emotional Rescue”, “Start Me Up” se convirtió en la cuarta canción de la banda que trepar al tope de los rankings, y es recordado como el último gran álbum de los Rolling Stones.
La canción abre con un riff característico del estilo de Richards, acompañado por Charlie Watts en la batería y el bajo de Bill Wyman, que abarca la mayor parte de la canción. La guitarra de Ron Wood se puede escuchar claramente acompañando una variación del riff principal de Richards. Y durante las sesiones de finales en abril y junio de 1981, se añadió percusión (cencerro y güiro) de Michael Carabello y palmas de Barry Sage.
Lanzada en agosto de ese mismo año, 10 días antes de que Tattoo You saliera a la venta, la canción alcanzó el Top Ten en el Reino Unido y los Estados Unidos y llegó al número uno en Australia, así como en la lista Top Tracks de Billboard, donde pasó 13 semanas sin precedentes en la primera posición, un récord que permanecería invicto hasta 1994. Desde entonces, se ha convertido en la sexta canción más tocada de la banda británica en sus conciertos, ha sido utilizada muy frecuentemente como tema de apertura en los espectáculos y fue publicada en varios los álbumes en vivo como Still Life (1982), Flashpoint (1991), Live Licks (2004), Shine a Light (2008) y Sweet Summer Sun: Hyde Park Live (2013).
En el video oficial, dirigido por Michael Lindsay-Hogg, aparece un histriónico Jagger haciendo su rutina de baile, para luego mostrar al resto de los músicos que integraban la banda por entoncesː Keith Richards, Ron Wood, Bill Wyman y Charlie Watts.
Casi un milagro
Años después, el mismo Richards recordó el trabajoso recorrido que hicieron hasta convertirse en el hit rockero inoxidable que se transformó: “La historia aquí es el milagro de que encontráramos el tema. Yo estaba convencido, y creo que Mick también, de que era definitivamente una canción reggae. La hicimos en 38 tomas… y no funcionaba. Y en algún punto en medio de un descanso, solo para romper la tensión, Charlie y yo hicimos una versión rock & roll. Y justo después de eso, regresamos directamente al reggae. Y nos olvidamos totalmente de ese pequeño latigazo en medio hasta unos cinco años después, cuando alguien supervisó todas esas tomas reggae. Después de hacer unas 70 tomas de ‘Start Me Up’, encontró esa versión rock. Estaba enterrada ahí. De repente, la tenía. Nadie recordaba esa toma. Pero la volvimos a escuchar. Hicimos algunas grabaciones sobre ella, y era como un regalo. Uno de los extraordinarios lujos de los Stones es que tenemos una enorme, una colosal cantidad de cosas guardadas. Quiero decir que lo que cualquiera escucha es solo la punta del iceberg… Pero hay que tener la paciencia y el tiempo para hacer la criba”.
Como dato curioso, Microsoft pagó alrededor de tres millones de dólares para usar “Start Me Up” en su campaña de marketing de Windows 95. Esa fue la primera vez que los Stones permitieron utilizar una de sus canciones en una campaña publicitaria, con una versión ligeramente diferente a la pista original.
Además, en 2012, una versión remezclada fue utilizada como banda sonora de una campaña publicitaria Omega por su papel como cronometradores oficiales de los Juegos Olímpicos de Verano 2012, en Londres.
Fuente: Alejandro Rapetti, La Nación