sus cortos 25 años, Tini Stoessel ya tiene un largo recorrido artístico que la llevó a vivir cientos de experiencias y a forjar una exitosa carrera, convirtiéndose en una de las artistas más importantes del país y logrando una gran proyección internacional. Sin embargo, haber empezado a trabajar de chica no fue fácil para ella.
“Tú empezaste a los 10 años en una serie que se llamaba Patito Feo, y después hiciste Violetta con 14 años, o sea que te convertiste en una estrella siendo una niña. ¿Qué cosas buenas y qué cosas malas tiene ser una estrella mundial siendo una niña?”, le preguntó el conductor español Pablo Motos, durante una entrevista en el popular programa El Hormiguero.
“Cosas malas tiene, como todo en la vida. Creo que en la vida todo tiene su lado positivo y su lado negativo”, le respondió con sinceridad Tini. “En este caso, lo que más me costó en su momento y lo que más me sigue costando es la exposición 24/7. Hay algo de mi vida personal y de mis cosas que intento mantenerlas en privado, aunque a veces es un poco difícil”, agregó.
La presión del “qué dirán” es algo con lo que aprendió a vivir a corta edad. “La mirada del otro al ser tan chico, tan joven… Uno tiene que estar preparado para escuchar a personas que tienen cosas extremadamente horribles para decirte, sobre todo siendo tan vulnerable. Hoy, a los 25 años, habiendo aprendido y siendo una persona que trabajó mucho su seguridad, que va al psicólogo, que tiene personas que la aman a su lado, que conocen mi corazón y todo, es una cosa. Ahora, a los 14 años, es muy difícil”, reflexionó.
Tini no solo tuvo que enfrentar los pormenores de la fama desde muy chica, sino que también conoció el ritmo exigente que viene con la decisión de dedicarse al arte. “Con Violetta hacíamos dos shows por día, una gira de casi tres años… Fue zarpado lo que pasó”, recordó y remarcó quiénes la ayudaron a mantenerse en pie. “Yo estoy muy agradecida por la familia que me tocó, porque entiendo que hay veces que eso no pasa. Mi mamá, mi papá y mi hermano Francisco son personas muy esenciales a lo largo de mi carrera, porque me acompañaron desde un lugar muy humano, muy real”, señaló.
“También la familia que elegí, porque yo tengo las mismas amigas desde que tengo tres años y me conocen como si fuese su hermana, literalmente. Cuidé mucho esos vínculos, esas relaciones”, continuó. “Te debe pasar a vos, que se apagan las cámaras y cuando llegás a tu casa seguro tenés una persona que te quiere y con quien podés ser vos mismo, a quien le podés contar tus grandes tristezas, tus grandes inseguridades. Que haya una persona que quiere lo mejor para vos de verdad, creo que eso es lo que hace que no te vuelvas loco”.
La cantante también reconoció que es fácil perderse en la fama. “Hay un punto en que uno llega a ser tan famoso y tiene tanto poder, tanto dinero y todo esto que de repente es como que a veces te empezás a rodear mal. Empezás a tomar mal las decisiones y también todo el mundo te empieza a decir que sí. Y de repente no hay nadie sincero que te diga ‘por ahí no’. Eso me parece importante, para cualquier persona, seas famoso o no. Eso es importante, y más cuando estás expuesto”, culminó antes de hablar de su próximo disco, Cupido, el cual se estrena el próximo 17 de febrero.
“El disco viene cargado de muchas emociones, fue un año muy zarpado a nivel personal y profesional”, dijo al presentar la tapa del álbum, recordando los difíciles meses que atravesó cuando su padre, Alejandro Stoessel, estuvo complicado de salud y al borde de la muerte. “También se atrasó por cosas que pasaron, entonces tenerlo y presentarlo me hace feliz”, reconoció.
“Creo que Cupido, más allá que no pude lanzarlo a principio del año pasado, es el final de una etapa muy importante para mí”, finalizó emocionada por todo lo que le depara este 2023 que recién arranca.
Fuente: La Nación