Vendedor ambulante para poder comer una vez al día: la difícil vida del padre biológico de Chenoa

José Carlos Corradini trabaja de diez a doce horas en la calle para poder subsistir y pide ayuda a su hija pese a que no se ven desde hace cuatro décadas

No es la primera vez que José Carlos Corradini, el padre biológico de Chenoa, alza su voz para dar a conocer la precaria situación que vive. «Lo estoy pasando muy mal, apenas me queda dinero para pagar el alquiler de este mes, ya me veo viviendo en la calle. En enero no tendré ni para comer. Nunca pude pensar que se me presentaría una situación tan precaria. Soy un superviviente y no pierdo la fe, pero esta es mi triste realidad», deslizó, el pasado noviembre, al programa ‘Fiesta’.

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Una situación que no ha cambiado y por la que ha tenido que reinventarse. Corradini, en la actualidad, se dedica a la venta ambulante en Argentina. Según apuntan desde ‘Socialité’, el padre de la cantante vende aceite de oliva y guantes de látex, entre otros productos, para poder pagar el alquiler de su casa. Además, desde el espacio televisivo señalan que pasa entre diez y doce horas en la calle para conseguir vender a buen precio los artículos.

José Carlos Corradini, padre biológico de Chenoa, ingresando a su actual residencia. Crédito: Ramiro Souto, grosbygroup.

José Carlos Corradini, padre biológico de Chenoa, ingresando a su actual residencia. Crédito: Ramiro Souto, grosbygroup.

Me estoy defendido como puedo», asegura el argentino. Y explica que lo hace para, aunque sea, poder comer una vez al día. También que el 70% de su jubilación va destinada a pagar el alquiler: «Con el 30% tengo que comer, vestirme, comprarme medicamentos…». Y no es algo que esté viviendo sólo él: «El resto de mis hijos están igual o peor». Por ello, ha lanzado un mensaje a Chenoa: «Ya que ayudamos a los chicos de África, también se puede ayudar a los que llevan tu sangre».

Nula relación

La relación entre la artista y su progenitor es nula. Es más, no se ven desde que ella tenía ocho años -en la actualidad, tiene 48-. Aunque, según Corradini, intentó un acercamiento con su hija: «Me gustaría poder hablar con ella para darle mi versión sobre mi ruptura con su madre, para que no tenga tan solo la de la otra parte. He quedado como el malo sin merecerlo». «Ni sé cómo localizarla. Su entorno me tiene bloqueado. Es mi hija y la quiero, me perdí su boda, pero lo único que le deseo es que sea feliz», deslizó hace unos meses.

Fuente: A,B,C