Viñetas para un gran trovador

Nueva edición de «Zitarrosa», de Max Aguirre y Rodolfo Santullo, la historieta concebida «a partir de ficciones inspiradas en anécdotas contadas por personas cercanas –y no tanto- al cantautor”.

“El contexto actual es mucho más parecido al contexto histórico que le tocó vivir a Alfredo y el libro, cuando salió, fue en un momento donde quizás estaban sucediendo muchas de las cosas por las cuales él había luchado”, reflexiona Max Aguirre. Adelante tiene la nueva edición de Zitarrosa, la historieta que dibujó –con guiones del oriental Rodolfo Santullo– hace más de diez años y que ahora reeditó el Fondo de Cultura Económica. En 2014 lo había publicado el sello argentino LocoRabia y también había salido en Uruguay. El libro se propuso desde el primer momento como una reconstrucción de la figura de Alfredo Zitarrosa “a partir de ficciones inspiradas en anécdotas contadas por personas cercanas –y no tanto- al cantautor”.

Ícono de la cultura popular rioplatense, Zitarrosa tuvo una vida intensa, que supo alzar la voz por sus convicciones y cuyos actos lo obligaron al exilio cuando en América Latina se instalaban las dictaduras. “Hoy la coyuntura no es dictatorial, pero sí hay un contexto sociopolítico y económico comparable, con un programa muy parecido para la región”, analiza Aguirre. “Así que creo que el libro se va a leer como se leían y escuchaban las canciones de Alfredo en su momento”. Para el guionista, en tanto, el libro se suma a una “obra que está viva”.

El Zitarrosa de Santullo y Aguirre era una figurita difícil en la vasta bibliografía de ambos. Estaba agotado a los dos lados del charco y los dos autores recalcan la importancia de llegar a través del Fondo a nuevos lectores no sólo del Río de la Plata, sino también del resto del continente. “Yo no puedo saber cuál fue el recorrido en los lectores, pero quienes se tomaron la molestia de escribirnos siempre lo hicieron con gratitud, alegría por haber leído el libro y sentir que está muy bien representada la figura de Alfredo, con mucho respeto y cariño”, cuenta Max. “En mi caso el libro me llevó a protagonizar una serie de recitales en su homenaje y tocar con Mariano Fernández Bussi, con Julián Caeiro, con Pablo Marino y Emilio Longo. Tocamos en el Tasso, en Pista Urbana, en La Tierra Invisible. Además fuimos al Simposio Zitarrosa, invitados por la familia y la Fundación. Y que se haya agotado tres veces, habla por sí solo”, agrega. Max, además, corre con la ventaja de ser músico vinculado al tango (y con dos discos editados).

Max Aguirre. 

“Los artistas populares, de una u otra manera, siempre están vigentes. Se nota cuando alguien toma una canción y la vuelve a tocar, rápidamente vuelve a prender en el público. Un buen ejemplo sería ‘El arriero’, de Yupanqui, tocado por Divididos, o ahora que Milo J. retoma temas de Jaime Dávalos, ¿no? Y de golpe los pibes sienten que le están hablando de ahora y es una canción escrita hace, no sé, 60, 70 años”, reflexiona. “Los artistas populares tienen eso, simplemente es ponerlos de nuevo sobre la mesa para que vuelvan a jugar, porque están hablando con el corazón de las circunstancias y las pasiones de un pueblo”.

El guionista uruguayo, en tanto, confiesa que su idea original era convertir al cantautor en una suerte de detective para hacer historias apócrifas de distintos personajes. “Pero ‘al investigar su figura me encontré anécdotas reales que tiraron por tierra esa idea y fufe ganando más cuerpo esto, esta suerte de libro no biográfico, pero sí de anécdotas biográficas”, revela. En el camino, cuentan los autores, se encontraron a muchísima gente bien predispuesta a contar “su” historia personal con Alfredo. “Son anécdotas de gente del llano, algunos colegas, algunos amigos –explica Max-. El libro posee ese saber popular que tiene inexactitudes, pero que de ese dato inexacto termina construyendo un certero retrato del artista que fue Alfredo Zitarrosa”.

Rodolfo Santullo. 

“No hay una frase que represente más el día de hoy que una que escribió Alfredo hace muchísimos años: ‘¿qué quieren decir con eso de la libertad?’, y en la misma canción dice algo que también conversa con el presidente: ‘usted se puede morir, eso es cuestión de salud, pero no vaya a saber lo que cuesta un ataúd’. Si eso no es estar vigente, ¿no? Alfredo tiene canciones que las escribió hoy a la mañana”.

Fuente: Página12