En el Salón Libertador y en el antiguo comedor de la mansión de los Anchorena, la Cancillería comenzará esta semana un ciclo de conciertos y encuentros literarios.
Se conservará la fachada del inmueble diseñado en 1906 por el ilustre arquitecto Alejandro Christophersen y se sumarán áreas por un valor de USD 2.000 el metro cuadrado. Características del proyecto