
Hubo opciones para todos los gustos, desde parrilla y hamburguesas y café de especialidad; la entrada fue libre y gratuita; las mascotas bienvenidas.

Después que dos clásicos como Oviedo y El Obrero bajaran la persiana, sus colegas siguen haciendo malabares para recuperarse luego de varios meses de inactividad. No pierden las esperanzas de volver a “trabajar como antes”