Comenzó como ídolo juvenil, alcanzó el estatus de estrella global con Fiebre del sábado por la noche y Grease, tuvo su primer regreso con una comedia familiar, Mira quién habla y refrendó luego sus credenciales artísticas, tras dos nominaciones al Oscar, con Pulp Fiction; tragedias familiares y triunfos cinematográficos, en una vida de película.