Como digna heredera de sus orígenes folletinescos, la TV solía vivir casi enteramente del presente y, acaso, de la esperanza de la próxima vuelta de tuerca en su trama (o el siguiente caso policial) en su futuro. Uno de los personajes inolvidables, Daenerys (Emilia Clarke), enfrenta momentos decisivos en la historia.
Con el final de Game of Thrones y la nueva biopic de J.R.R. Tolkien, las fantasías medievalistas confirman su lugar en la cultura pop de este siglo, cuando los clanes se siguen enfrentando, pero las doncellas se empoderan.