A dos años de superar un devastador incendio, el rompehielos Almirante Irízar se prepara para asistir una vez más a las bases argentinas en el continente blanco.
Las embarcaciones siguen siendo un atractivo para los turistas en el puerto. Amenazadas por los grandes buques, solo queda poco más de una docena de las clásicas lanchas; sus propietarios buscan darles otros destinos comerciales