Las habilidades cognitivas se potencian fácilmente al sumar nuevos hábitos cotidianos. Moverse favorece la salud de las células cerebrales, un factor clave para frenar el envejecimiento.
Según una nueva investigación australiana, las mutaciones de la enfermedad afectan la forma en que las células cerebrales producen energía. Qué implica el hallazgo