Durante los últimos años de su vida, el escritor colombiano llegó a pensar que esta obra no servía, por lo cual quería destruirla
El 21 de octubre de 1982 la entrega del premio al autor de «Cien años de soledad» tuvo un trasfondo poco conocido que culminó con el famoso discurso de aceptación donde el escritor colombiano reclamó por los nietos apropiados durante la vigente dictadura argentina.
El dinero recaudado será íntegramente para la fundación FISANIM, que apoya a niños de comunidades indígenas del sur de México. Con el evento se inaugura la Casa de la Literatura Gabriel García Márquez en el país norteamericano