La llaman “arquitectura parasitaria”. Conserva una parte del edificio protegido, pero le adosa una estructura nueva.
El turismo masivo suele ser en muchas oportunidades repudiado por aquellos que ya viven en el destino y que buscan que su rutina no se vea interrumpida por la cantidad de visitantes que merodean por la ciudad. Pero, en muchos lugares es inevitable.
Es de 1894. Para guardar hasta 72 millones de litros, lo “vistieron”, del suelo al techo, con cerámicas importadas. Tiene 15.000 textos.