Un cuarto de siglo después de la primera intervención urbana en la Plaza de la Bastilla es casi imposible caminar unas cuadras sin cruzarse con un mosaico del artista francés conocido como Invader.
El fuego no se pudo llevar las leyendas, los mitos y las curiosidades que este magnífico edificio acumuló a lo largo de ocho siglos y medio de historia. Aquí algunos que agigantan la silueta de la catedral parisiense.