
Cuenta una historia sencilla, pero emotiva. Venía arrasando desde el Festival de Venecia, y ganó tres Oscar.

El tercer largometraje de la realizadora china-estadounidense Chloé Zhao tiene una peculiaridad: su aparente condición de extraña a la masividad, le asegura masividad.

La cineasta china se convirtió este domingo en la segunda mujer en ganar un premio de la Academia de Hollywood en la categoría Mejor Dirección
