El destacado intelectual tenía 78 años. Fue uno de los más importantes pensadores argentinos de las últimas décadas. Utilizó una frase premonitoria cuando despidió a su amigo Horacio González.
El 15 de abril de 1980, a los 74 años, se despedía de este mundo: cinco días después su cuerpo fue acompañado al cementerio parisino de Montparnasse por más de 20.000 personas.