Después de 60 años, la librería ubicada en avenida Corrientes 1513, en el centro porteño, confirmó que bajará las persianas a fines de enero debido «a la caída de ventas y a un escenario complicado por la pandemia que no llegó a reactivar» pese a la vuelta de actividades en la zona.
Con menos actividades concentradas en oficinas, restricciones de las propuestas culturales y una reducción de las visitas turísticas producto de la pandemia, el centro porteño dejó de ser escenario de conglomeraciones y muchas de sus librerías tuvieron que repensar sus formas de comercialización y rediseñar estrategias para solventar su funcionamiento, aunque en muchos casos quedaron cerca de un posible e inminente cierre.
El espíritu cultural de Buenos Aires es terreno fértil para la creación de espacios distintos y atractivos para revivir el placer de la lectura
La librería La Sede, con mínima sede en Villa Crespo, le gana unos metros a la vereda