Marina Huerta y Horacio Casini lograron la más importante distinción a la que puede aspirar un físico teórico, más allá del Nobel
Del otro lado del teléfono, la voz de Miguel Virasoro transmite una calidez y una modestia que desconciertan. Cuando se le pregunta por sus aportes, este físico argentino, uno de los más destacados del país, contesta con abrumadora sencillez: «Seguramente hice avanzar la ciencia un día, porque si no encontraba yo esa solución, al día siguiente la encontraba otro».