El «Minucode», una videoinstalación que la artista argentina realizó en 1968 en Nueva York, en la que exploraba los códigos sociales de algunas figuras en una serie de cócteles y happenings, se ve ahora en una sala propia en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).
Hace más de 15 años apostaron al diseño de accesorios con un objetivo: que se vendieran como piezas de arte en los principales museos del mundo.