Con versos de Marta Pizzo y música de Fabián Bertero, habla del protocolo, así como es, difícil, incómodo, a veces gracioso, pero inevitable. Y lo hace con alegría, humor, optimismo.
Cuestión de suerte. Un sistema de sonido que no funciona hasta que, minutos antes del concierto, alguien invoca a Osvaldo Pugliese y todo se pone en marcha para el show.