Un dispositivo que “imagina” rostros en tiempo real. La máquina va creando nuevos retratos basados en fotografías de pinturas históricas, que cambian y desaparecen frente al espectador, en una sucesión infinita.
A participantes de un estudio de la Universidad de Stanford les tuvieron que pagar 100 dólares en promedio para renunciar a Facebook durante un mes. Al final, estaban menos polarizados políticamente que las personas en un grupo de control.