
Como todos los años, reúne hasta este jueves, un centenar de piezas de arte argentino, tanto clásico como contemporáneo. La más accesible cuesta 20 mil pesos y la más cara, 4 millones 400 mil.

Pintada en 1956, la obra fue directo del taller del artista a las manos de una pareja de coleccionistas que buscaba un regalo para uno de sus hijos; es él quien ahora decide venderla en la subasta anual del Museo Sívori.