Las contradicciones sobrevuelan China, una nación que persigue el liderazgo mundial, pero que al mismo tiempo se aleja cada vez más de ese mundo que pretende dirigir debido a su autoritarismo y violación de los derechos humanos.
Durante el período soviético tanto el escudo como la bandera amarilla y azul solo eran utilizados por grupos anticomunistas que buscaban liberarse de la influencia del Kremlin