Candela Giarda tenía 10 años, padecía una encefalopatía que la dejó al borde de la muerte y los médicos le dijeron a su madre que no pasaría la noche. Pero ocurrió un milagro, por el cual el Papa Francisco beatificará en septiembre al italiano, Albino Luciani.
Candela Giarda tenía 10 años cuando los médicos que la atendían la habían desahuciado. “No podemos hacer nada más por ella. Se muere esta noche”, le dijeron a Roxana, su madre, el 22 de julio de 2011. Pero un milagro ocurrió