Con actividades relacionadas con el turismo religioso, peregrinaciones, ferias gastronómicas y festivales tradicionalistas, municipios de todo el país reciben a los turistas de Semana Santa.
Desde un viaje por el mundo, pasando por improvisar un salón de juegos y lectura de cuentos tradicionales y otros no tanto, hasta deliciosos postres para preparar en un cerrar y abrir de ojos.