Así trabaja un grupo de arqueólogos y arqueoastrónomos a 3400 metros de altura, en la falda del volcán Maipú, sobre las ruinas de lo que fue un lugar de ceremonias del Imperio Inca.
Una cascada ignota de la selva, ruinas incaicas en un pueblo norteño o una laguna increíble en las alturas cordilleranas: destinos ocultos a los que se accede sólo con coordenadas precisas o en compañía de guías experimentados.