
Rematada en Sotheby’s de Nueva York, pertenecía a la prestigiosa colección de Leonard Alan Lauder; detrás de “Salvator Mundi”, es la de arte moderno que alcanzó mejor precio en subastas.

El ejemplar fue escrito hace más de 1100 años y debe su nombre a la persona que lo adquirió en 1929, quien lo atesoraba en la mayor y más importante colección privada de manuscritos hebreos del mundo