«Romeo y Julieta. Un pacto eterno» en el complejo teatral El Vitral de Buenos Aires: «La tragedia de no poder sin ti»

Por Gaby Zárate, especial para DiariodeCultura.

Un grito desesperado inunda el escenario, la sala se llena de angustia, de llanto desgarrado: 

Julieta ha muerto… por primera vez.

Es la tragedia de Shakespeare, adaptada por Greta Emma y Ale Zanga, renombrada cómo Romeo y Julieta. Un pacto eterno.

Aquí, como digo, en la pequeña sala del complejo teatral El Vitral, frente a todo el auditorio que presencia su estreno con entusiasmo, la historia de Romeo, la historia de Julieta, el amor truncado por la decisión de suicidio a destiempo de ambos, la clásica tragedia del consagrado escritor Inglés…

Aquí -cómo muchas otras veces en la historia de la dramaturgia- es donde Julieta, al igual que tantas otras mujeres, va a morir por la violencia instalada en la sociedad. Ella también morirá dos veces. Dos y más veces, cómo tantas mujeres en la Argentina y en el mundo por violencia de género, por violencia estructural, por odio, por creer que una mujer es de alguna manera un objeto, una cosa, que puede ser «casada» sin consentimiento, » muerta» para aparentar, y amada también con la devoción desmedida de quién hace espejo de ese objeto, para inmolarse, cómo Romeo, hasta la muerte.

Cómo si la vida de quién la ama le perteneciera y la de él no fuera nada, o fueran lo mismo.

Como si por amor pudiésemos transformarnos en objetos nosotros mismos: Inmolarnos, autoflagelarnos, morirnos, anularnos….volvernos parte del ser amado, olvidarnos de que somos un otro, de que el otro es una persona distinta a nuestra humanidad, sobre todo una persona, cómo nosotros mismos.

El grito de congoja aumenta y la madre de Julieta no para de llorar. Su nodriza la acompaña en escena y se desgarra mientras un padre autoritario, el DON Capuleto -casi como un capomafia- no entiende que ha hecho su hija, solo por desobediencia , desafiando su autoridad para no casarse con el hombre que él ha elegido ,cómo si Don Capuleto pudiera venderla, cómo si fuera de su propiedad, un objeto de intercambio, cómo si Julieta no fuera una persona.

Pero Julieta no ha muerto aún, ha muerto por primera vez, ha dejado de decidir por si misma para escapar de la opresión, ha dejado que un amigo cura- curandero, pecando de benevolente con el poder y equivocado, haya decidido por ella el presagio de su destino fatal. El cura párroco de la historia, le ha entregado una pócima que la duerme a Julieta con un rictus mortal , una pócima que la libra por un rato de la decisión de su padre maltratador de casarla con un pretendiente adinerado.

Romeo y Julieta Un pacto eterno, esta nueva versión del inigualable clásico, a cargo del director Ale Zanga, no es solo una historia de amor, no es solo una historia de muerte, es casi en su totalidad una historia que habla del Odio. 

Cual es el pacto eterno que Romeo y Julieta acuerdan? , tácitamente. No es la muerte, no lo es, aunque sabemos de antemano que ella será quien los una para siempre. A pesar de conocer el final de esta historia asistiendo a la puesta de está reversión , sutil y delicada llena de detalles que amalgaman música, plástica, danza y luces y sombras que crean climas dignos de presenciar, con un elenco afianzado donde resulta destacable la perfomance de actores que tienen varios roles a la vez como el personaje del Brujo, Rey y amigo de Romeo. 

Cómo digo en esta nueva versión del clásico Romeo y Julieta, la historia de los famosos Montescos y Capuletos, el pacto de estos dos amantes no será la muerte sino la falta de odio entre ellos, frente al odio de sus familias. 

Jamás! a pesar de la muerte a su alrededor Julieta podrá odiar a Romeo y este a su querida amada, aunque lo intentasen, no podrían.

Nunca jamás a pesar del descontento, del equivoco, de la muerte de otros miembros de su familia, de los comentarios de sus familiares y amigos más queridos, a pesar de perderse entre si, de irse sin avisar, a pesar de pensar en odiarse….Jamas! ninguno dejará de amar al otro, nunca podrán hacerlo.Nunca tendrán el odio que está instalado en sus entornos, ese odio ajeno que los lleva a la muerte, a pesar de todo Romeo y Julieta nunca se odiaran entre sí.

Pero si dejarán de ser libres, pensando en el amor a cualquier precio, aún a costa de dejar de amarse a si mismos. Tanto! como para matarse.

La luz se vuelve más tenue, la música es acordé a la escena y va increscendo, sutil , acompasada. Julieta está en el sueldo como una virgen blanca deseando ser mujer. Blanca y radiante como la novia que es solo para si, sin serlo para el resto del mundo, deseante y expectante recibe a un Romeo en penumbras y cual danza entrelazada en el piso, los dos jóvenes actores, le brindan al público la imagen bellísima del amor.

La escena es tan lograda que podemos entender porque nunca más podrán separarse.

A pesar de la razón , a pesar de sentir ,cómo espectadores, que los amantes pierden el amor propio al olvidarse de si mismos, aquellos presentes que hemos tenido la suerte de encontrar ese momento sublime en la vida (tan bien logrado en escena por esta pareja de jóvenes actores que encarnan a la dupla romántica , posiblemente, más renombrada de la dramaturgia) con la mano de un director que ha elegido una puesta llena de sutileza y arte. A pesar de la razón los espectadores comenzamos a entender lo inexplicable, lo irracional, lo inentendible.

Se intuye en el aire que todos queremos que Romeo sobreviva a Julieta y Julieta sobreviva a Romeo y que ambos sobrevivan al odio para seguir amando. Rogamos que la reversión cambie el final de la historia.

Pero Romeo y Julieta un pacto eterno, es una historia de odios, es la misma historia de siempre, la historia de la humanidad. Aunque, sin embargo gloriosamente, a pesar de ese odio -a manera de bendición ,cómo en la vida- nuestra mirada de espectadores no podrá escapar a la sublime, brillante y eterna belleza del amor.

Ficha técnico artística

Texto:

William Shakespeare

Adaptación:

Greta Emma, Ale Zanga

Actúan:

Lautaro Barani, Greta Emma, Alexis Goldenstein, Benjamin Lowex, Luca Panaro, Martín Pezza, Benjamin Rinaldi, Gonzalo Saludjian, Daniel Vint Silveira, Rosario Suban, Jazmín Villapún

Voz en Off:

Ale Zanga

Escenografía:

Patricio Simón

Diseño de maquillaje:

Flor Calico

Diseño de vestuario:

Matilda Forn

Diseño de escenografía:

Mayra Gramaglia, Ale Zanga

Diseño de luces:

Ale Zanga

Realización de escenografia:

Mayra Gramaglia, Patricio Simón, Ale Zanga

Realización de vestuario:

Matilda Forn

Música:

Darío Benbassat, Alexis Goldenstein

Fotografía:

Federico Moriconi

Diseño gráfico:

Jazmín Villapún

Asistencia de dirección:

Jazmín Villapún

Producción:

Greta Emma, Jazmín Villapún, Ale Zanga

Puesta en escena:

Ale Zanga

Dirección general:

Ale Zanga

Duración: 105 minutos.

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Gabriela o Gaby Zárate, ya que así firma sus trabajos, nació dentro de una familia artística que luego se vinculó con la publicidad y los medios de Argentina. Así, Gaby comenzó su carrera laboral en Agencias de Publicidad a temprana edad, siendo tan sólo una adolescente. Pasó por Productoras y medios de comunicación, con el tiempo llegó a integrar el staff del área de redacción periodística de editoriales y medios digitales. Se formó en UCES, Escuela Éter, Escuela de Cine Eliseo Subiela y en Centro Cultural Rojas (UBA), junto con cursos y talleres relacionados con el periodismo, la escritura, las artes plásticas y el arte en general. Entre otros trabajos, publicó tres blogs de estilo Periodístico y uno de Ficción, llamado Bella Oscuridad (https://bella-oscuridad.blogspot.com/?m=1)».