Entre las decenas de festivales de cine que todos los años se realizan en Brasil, el que tiene lugar en la ciudad de Gramado se ubica en la punta de la pirámide. Con una larguísima tradición y de perfil abiertamente popular, el Festival de Cinema de Gramado llega este año a su 53° edición ininterrumpida, que se desarrolla hasta el 23 de agosto en el corazón del estado de Río Grande do Sul.
Con base en la pintoresca Gramado, ciudad fundada a fines del siglo XIX en la Sierra Gaúcha y con gran influencia cultural de la temprana inmigración alemana, este festival funciona como un destacado agente propalador del cine brasileño. Su programación de perfil popular, pero curiosa y abierta a las distintas expresiones cinematográficas, suele reunir a las estrellas del cine y la tele más importantes del país, y recibe una importante atención mediática, incluída la televisión. En virtud de su larga historia, el encuentro fue testigo y un escenario vital para las distintas etapas que atravesó la cinematografía de nuestros vecinos desde los años ‘70.
De más está decir que esta 53° edición coincide con un período especialmente vibrante y de gran visibilidad, tras los importantes logros conseguidos por algunos títulos durante 2025. Eso incluye el Oscar a la Mejor Película Internacional obtenido por Todavía estoy aquí, de Walter Salles, y el Oso de plata que recibió en febrero El último azul, de Gabriel Mascaró, en la Berlinale. En ese sentido, la actualidad del cine en Brasil se percibe como un espejo invertido del presente del cine argentino, apaleado hasta la parálisis por la gestión de Javier Milei.
Justamente El último azul tendrá el honor de ocupar el rol principal en la ceremonia de apertura, proyectándose en el Festival de Gramado como preámbulo de su estreno comercial en el resto del país, programado para el próximo 28 de agosto. Mascaró es uno de los cineastas jóvenes más talentosos de Brasil y su película pasó fugazmente por Buenos Aires como parte de la programación del último Festival Internacional de Cine Independiente de la ciudad (Bafici). En ella narra una historia sofisticadamente distópica que transcurre en territorio amazónico, en un futuro cercano donde los ancianos son obligados a abandonar sus casas para ser reubicados en colonias aisladas.
El último azul cuenta con los protagónicos de Denise Weinberg, de dilatada carrera en cine y televisión, y el popular Rodrigo Santoro. Este último es uno de los actores locales más reconocidos en el exterior, con una importante carrera en Hollywood. Ahí interpretó papeles destacados en películas como Realmente amor (Richard Curtis, 2003), 300 (Zack Snyder, 2006), el díptico Che (2008), la biografía de Ernesto Guevara dirigida por Steven Sodherberg, en la que interpreta a Fidel Castro, o la popularísima serie Lost. En Argentina protagonizó Leonera (2008), de Pablo Trapero, junto a Martina Guzmán.
Las actividades del Festival de Cinema de Gramado giran en torno a sus dos principales secciones competitivas, ambas circunscriptas a la producción local. Cabe recordar que en 1992 este tradicional encuentro amplió su programación al ámbito iberoamericano, apuesta que dio inicio a una etapa muy productiva, que sin embargo sus organizadores decidieron clausurar tras la pandemia de covid-19. Entre ellas se reparten las producciones dedicadas a la ficción y las que abordan el género documental. A estas se suman una competencia regional de largometrajes gaúchos y dos de cortos, una nacional y la otra estadual.
La Competencia de Largometrajes Brasileños de ficción reúne seis películas que dejan en claro la vocación del Festival de Gramado de abarcar de manera amplia la producción cinematográfica del país. Entre ellas se destaca A natureza das coisas invisíveis, ópera prima de Rafaela Camelo, estrenada en la Berlinale y nominada al Premio Teddy con el que dicho festival celebra a las películas que abordan temáticas LGBT+. Un relato de iniciación que narra la amistad entre dos nenas de 10 años, quienes se prodigan un mutuo alivio ante las dificultades de la realidad. Otro de los debuts cinematográficos de la competencia es Nó, de la cineasta paranense Laís Melo, un drama femenino acerca de una mujer separada que debe criar sola a sus hijos y enfrentar los desafíos del ascenso laboral en un mundo dominado por hombres.

Por su parte, Querido mundo puede ser definida como una clásica película navideña, donde dos desconocidos se cruzan durante Nochevieja y el encuentro les cambiará la vida. La película está dirigida por la dupla que integran el director taiwanés Hsu Chien Hsin, quien realizó toda su carrera cinematográfica en Brasil, y Miguel Falabella, cuyo trabajo anterior, Venice (2019), ganó aquí en Gramado los premios a Mejor Actriz de Reparto (para Carol Castro) y Mejor Dirección de Arte. En Cinco tipos de medo, dirigida por Bruno Bini, un joven músico en duelo se involucra con una enfermera atrapada en una relación abusiva. Sus historias se cruzan con las de una mujer policía en busca de venganza y un abogado de dudosa reputación. Un drama atravesado por el suspenso que cuenta entre sus protagonistas a Rui Ricardo Diaz, el actor que intepretó a Lula en la biopic Lula, el hijo de Brasil, de Fabio Barreto, estrenada en Buenos Aires en el lejano 2010.
Sonhar com Leões, segunda película de Paolo Marinou-Blanco, aborda el tema de la eutanasia desde un punto de vista surrealista y tragicómico. Sus protagonistas son las actrices Denise Fraga y la joven portuguesa Joana Ribeiro, cuyo currículum incluye trabajos a las órdenes de cineastas como Terry Gilliam y Antoine Fuqua. Por último, Papagaios, dirigida por Douglas Soares, una historia que se mete en el submundo de los “papagaios de pirata”, los figuretis que se asoman atrás de los periodistas o los entrevistados en las transmisiones televisivas desde lugares públicos. A pesar de girar en torno a esas particulares figuras, generalmente cómicas, el director propone un thriller tenso que busca revelar la cara oculta de la búsqueda de la fama a cualquier precio, en un Brasil con más de 70 millones de televisores encendidos cada día.
Por su parte, la Competencia de Documentales está integrada por otras cuatro películas, tres de ellas dirigidas por duplas. Se trata de ¡Para Vigo me voy!, de Lírio Ferreira y Karen Harley, sobre la figura del cineasta Carlos Diegues; de Lendo o mundo, de Iris de Oliveira y Catherine Murphy, que recupera el ambicioso proyecto pedagógico iniciado por Paulo Freire en la década de 1960; y Até a onde a vista alcança, de Hidalgo Romero y Alice Villela, una indagación cinematográfica en la cultura Kariri-Xocó. El único título dentro de la competencia documental dirigido en solitario es Os avós, de Ana Ligia Pimentel, que recoge historias de abuelos muy jóvenes en la región amazónica.
Fuente: Página12.