Cómo es la ruta de los chocolates y los licores en tierras bonaerenses

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Los paisajes de la provincia de Buenos Aires pueden variar mucho de un partido a otro. Entre sus postales encontramos ciudades, campos, pueblos, zonas costeras, ríos y mucho más. Cada localidad es un universo a descubrir y se pueden planear muchos viajes distintos para pasear y conocerla en su totalidad. Pero sea cual sea la dirección que se decida tomar en ese recorrido, siempre estará disponible una visita a chocolaterías licorerías de especialidad, dos rubros que vienen perfectos para esta época del año en la que el frío es protagonista. Tanto al norte como al sur, al este y al oeste, la Provincia tiene opciones para deleitarse con sabores mágicos.

Estos productores bonaerenses son expertos en la elaboración de chocolates y bebidas y ofrecen una variedad de opciones para degustar y llevar de vuelta a casa. Sus propuestas son una invitación a una segunda visita para seguir conociendo todo lo que tienen para ofrecer.

Chocolates de película en la capital bonaerense

Empecemos por la capital de la provincia. En La Plata, Silvia Díaz recibe a todos los visitantes en su fábrica de chocolate. Empezó como pastelera hace diez años y así llegó a la chocolatería. Con el tiempo fue descubriendo la versatilidad y las cualidades del derivado del cacao y quiso que fuera el protagonista de su emprendimiento. Así se convirtió en una artesana de la precisión, que controla con exactitud la temperatura y las condiciones de humedad del ambiente para la elaboración de su producto.

En su tienda, ofrece el chocolate en diferentes presentaciones: cajas de bombones surtidos, bombones personalizados, tabletas con frutos secos bañados en chocolate, trufas, chocolate en rama y alfajores. La mayoría son libres de gluten.

En La Plata, Silvia Díaz recibe a todos los visitantes en su fábrica de chocolate.

En La Plata, Silvia Díaz recibe a todos los visitantes en su fábrica de chocolate.

En su cuenta de Instagram, @silviadiazchocolatier, podemos deleitarnos con todas sus propuestas. ¡Una más tentadora que la otra! Para probarlas, se puede pasar por el espacio de fabricación, ubicado en calle 7 y 68 o por el local de City Bell, calle 472 y 13b. Los productos también se consiguen en vinotecas de la capital bonaerense. Además, Silvia organiza degustaciones y paseos en la tienda de City Bell para conocer la elaboración de los chocolates.

Playa, mar y licores que hechizan: la combinación perfecta

Si vamos hacia el sur de la Provincia, llegamos a Santa Clara del Mar, en el partido de Mar Chiquita. Y allí encontramos “La Bruja”, una empresa familiar especializada en licores cremosos que fundó hace dos décadas el matrimonio Iñigo Godín.

Los destacados de la casa son los sabores como menta granizada con chocolate, crema irlandesa, sambayón al oporto, licor de cerveza cream stout, dulce de leche, chocolate negro y blanco. Leandra Godín enumera una delicia tras otra y transmite su pasión por la elaboración del producto.

El valor de la empresa no reside solo en el resultado final sino también en el apoyo que brinda a diferentes emprendedores de la zona, ya que casi el cien por ciento de la materia prima que se utiliza en “La Bruja” viene de proveedores locales.

El establecimiento dispone de una pequeña planta con fabricación a la vista. A quienes llegan al lugar, se les brinda una charla sobre el proceso de elaboración y luego se realiza una degustación.

Los productos se comercializan en presentaciones de 250 y 500 ml, y pueden adquirirse en la empresa familiar, ubicada en avenida Mentón 1174 de Santa Clara del Mar, y en tiendas de alimentos regionales.

“Desde el comienzo nos enfocamos en convertirnos en el producto regional por excelencia de nuestra querida ciudad balnearia”, indicó Godín. Sin dudas, un souvenir ideal para quienes visitan la zona es el licor de cerveza cream stout, una variedad que representa a esa localidad como epicentro de la Ruta de la Cerveza.

Por la calidez en la atención, la creatividad en sus recetas y su sólida trayectoria, los Iñigo Godín fueron reconocidos en distintas ferias gastronómicas. En su cuenta de Instagram @licoreslabruja se pueden encontrar promociones y muchos más datos sobre los licores y otros productos.

Licores y chocolates al norte de la provincia

Si la dirección que se quiere tomar es la que va hacia el norte, se puede llegar a Belén de Escobar, ciudad cabecera del municipio homónimo. Allí está “Licores LP”, un emprendimiento artesanal y familiar que nació hace quince años de la mano de José Luis Policastro.

La empresa ofrece una amplia variedad de licores aterciopelados, según describió su dueño. El sabor dulce de leche es la estrella, con distintas versiones: clásico, granizado, al rhum, con nueces y coco. Para Policastro, los que los visitantes tienen que probar sí o sí son el dulce de leche granizado y el dulce de leche al rhum.

Licores LP es un emprendimiento artesanal y familiar que nació hace quince años de la mano de José Luis Policastro.

Licores LP es un emprendimiento artesanal y familiar que nació hace quince años de la mano de José Luis Policastro.

Además de estos sabores, se fabrican bebidas a base de café, chocolate con menta y el infaltable lemoncello.

Los productos son libres de gluten y se envasan en botellas de 250 y 500 cm3. Se venden en chocolaterías Honecker, vinotecas y en la fábrica, que realiza envíos sin cargo, según la distancia y volumen del pedido.

Para conocer más datos, se puede ingresar a su cuenta de Instagram, @licores.lp.

Seguimos en la zona norte de la provincia, ahora un poquito más al oeste, en San Antonio de Areco. Allí está “La olla de cobre”, uno de los íconos de la localidad, que desde 1978 tienta a quienes la visitan con sus irresistibles exquisiteces.

”Fabricamos chocolate amargo con leche, y blanco que luego utilizamos como base de la bombonería y de la fabricación de huevos de Pascuas y figuras. Nuestro alfajor clásico está bañado en chocolate amargo al setenta por ciento”, detalló Carlos Alberto Gabba.

Los irresistibles alfajores de chocolate de La olla de cobre.

Los irresistibles alfajores de chocolate de La olla de cobre.

La firma importa cacao desde Ecuador y Brasil y la elaboración del chocolate está diseñada para ser sustentable y ecológica. “Trabajamos con máquinas que no producen ningún impacto ambiental y tenemos un sistema de recuperación y reutilización del agua”, explicó el emprendedor.

Al entrar al local, el visitante se encuentra con un living grande con mucha madera y un hogar a leña. Un ambiente acogedor que invita a quedarse. Allí se hacen degustaciones y muestras del paso a paso de la elaboración del chocolate, desde el origen del fruto hasta el producto final. Los turistas quedan encantados con la propuesta. Justamente, la producción de la fábrica está centrada en ellos. Claro, nadie puede irse de Areco sin alfajores y chocolates de “La olla de cobre”.

Delicias al sur de la provincia

Si el recorrido por Buenos Aires pasa por Coronel Suárez, hay que detenerse en “Chocolates Baum”, un local que abrió en 2019 y deleitó a todos. Su creador, Javier Graff, es oriundo de la localidad y empezó a trabajar hace cuatro años de manera profesional con el producto.

“El chocolate es completamente artesanal. Los sabores y los rellenos son creaciones propias y tenemos unas setenta variedades”, describió el emprendedor. Y eso no es todo. La carta incluye chocolates sin azúcar para personas con diabetes, chocolates ahumados y otros con setenta, ochenta y hasta cien por ciento de cacao. Todos son aptos para celíacos.

En la cuenta de Instagram @chocolatesbaum se pueden apreciar las creaciones de Graff. Las fotos invitan a probar todas las variedades. Las estrellas son las trufas de chocolate. La comercialización es por peso y a elección de los consumidores.

La visita no solo incluye la compra de estas delicias. Además de disfrutar del chocolate, los más curiosos pueden visitar la sala de elaboración y participar de charlas sobre técnicas de templado.

Un punto muy interesante de esta empresa es que para confeccionar el chocolate utiliza productos de la región, como el dulce de leche. Otros emprendedores locales se sumaron también al crear el packaging del producto, hecho de papel reciclado y tintas vegetales. Además, “Chocolates Baum” pone en práctica la responsabilidad social empresaria a través de donaciones que realiza a distintos sectores o instituciones.

Fuente: Clarín